Eliminar las barreras arquitectónicas de casas, edificios y espacios públicos es uno de los principales objetivos de la sociedad española. Sin embargo, la instalación de un ascensor no siempre es factible, especialmente por una cuestión de presupuestos.
En ese sentido, existen soluciones alternativas a los ascensores tradicionales, que resuelven de una manera efectiva el problema y que no suponen una inversión tan alta. El principal ejemplo es el uso de los salvaescaleras, un sistema cada vez más presente tanto en espacios privados como públicos debido a todos los beneficios adicionales que ofrece a los usuarios.
Personas mayores y pacientes con movilidad reducida suelen elegir este sistema debido a que se trata de una solución asequible y que permite incluso mantener la independencia en el hogar.
Pero los salvaescaleras no son la única alternativa económica a los ascensores tradicionales: las plataformas elevadoras también están ganando presencia en los últimos años debido a que su instalación también es más sencilla, rápida y adaptable que la de los ascensores domésticos.
¿Cuánto cuesta un ascensor?
Instalar un ascensor no es fácil desde el punto de vista logístico ni económico. En primer lugar, este tipo de estructuras precisan de un espacio importante para ser colocadas, debido a que no solo hay que colocar el armazón, sino toda la maquinaria que los hace funcionar.
Si no hay espacio, la posibilidad de instalar el ascensor se desecha por completo. De haberlo, en casi todos los casos, tanto en edificios como en casas, hay que modificar ampliamente la estructura del inmueble, eliminar escaleras, etc., con lo que los costes asociados se disparan.
Además, el coste de mantenimiento de los ascensores suele ser elevado. Esto se traduce en que la mayor parte de familias no se pueda plantear instalarlo en sus hogares y deban buscar opciones más económicas.
El salvaescaleras: la alternativa más interesante
El salvaescaleras es fácil de instalar, se adapta incluso a espacios con curvas, no ocupa demasiado espacio y, sobre todo, supone hacer frente a un coste más ajustado. Por eso, explican desde empresas del sector como stannah, es la elección a la que más gente recurre cuando quiere mantener su independencia o facilitar el acceso a sus oficinas o edificios.
Entre las ventajas de los salvaescaleras destacan:
- Precio: el coste total es más económico que el de los ascensores tradicionales en el 95% de los casos.
- Instalación: no suele hacer falta realizar grandes obras ni montajes que modifiquen la estructura de la casa o edificio, con lo que la instalación es más barata y rápida.
- Dimensiones: el espacio que ocupan los salvaescaleras cuando no se usan es mínimo y no afecta al día a día de las otras personas de la propiedad.
- Mantenimiento: el mantenimiento es mínimo y económico; estos aparatos presentan una larga vida útil y un bajo ratio de averías.
- Seguridad: las personas que los usan cuentan con la tranquilidad de estar utilizando un sistema de acceso a distintas plantas que no supone ningún riesgo para su integridad física.
Plataformas elevadoras: otras necesidades, otra opción
Las plataformas elevadoras coinciden en muchos puntos con los beneficios de los salvaescaleras, con el extra de que están indicados para personas que van en silla de ruedas y no cuentan con suficiente fuerza en el tren superior como para manejarse con el otro sistema.
La elección entre una u otra alternativa a los ascensores dependerá de las características del usuario, así como de las condiciones de espacio de los que disponga en el lugar donde se debe llevar a cabo la instalación.
Sea como sea, empresas como Stannah cuentan con soluciones muy adaptadas a distintos usuarios con movilidad reducida con un único objetivo: que puedan mantener en todo lo posible su independencia y acceso tanto a los distintos niveles de su casa como al edificio, oficinas o cualquier otro lugar que quiera eliminar barreras para todos.
