La Comunidad de Madrid ha aprobado esta semana el Decreto que crea un Registro de la Red de Laboratorios e Infraestructuras científico-técnicas (REDLAB). Su objetivo es elaborar un mapa de la región que facilite el acceso a los avances tecnológicos y, además, sirva de enlace entre estos espacios y las empresas y entidades interesadas en su actividad.
El Consejo de Gobierno ha validado el Decreto que regula el funcionamiento de la inscripción en este registro, que impulsará la transferencia del conocimiento a la comunidad tecnológica e industrial, fortalecerá la relación entre las corporaciones generadoras de saber y avanzará en la innovación y la competitividad de las industrias y el desarrollo económico de su entorno.
Para entrar en este nuevo listado del Ejecutivo autonómico, los laboratorios e infraestructuras deben pertenecer a entidades que cumplan con la definición de organismo de investigación con capacidad y actividad demostrada en I+D+i, como son las universidades públicas o privadas, Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEA), compañías públicas, organismos y fundaciones biomédicas del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
Esta medida de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades apuesta por reforzar los mecanismos para garantizar la calidad científico-técnica de los servicios prestados por los miembros de la REDLAB. De este modo, se podrá acometer su reorganización con el desarrollo de un marco normativo que regule la incorporación y permanencia de los laboratorios y potencie la renovación de las instalaciones que los integran.