Más de 3.200 personas han mostrado ya su apoyo a la solicitud iniciada por un vecino de Madrid para detener la cesión de una parcela pública de 3.500 metros cuadrados a una comunidad religiosa frente a la boca de Metro de Almendrales, en el distrito madrileño de Usera.
Según denuncian en Change.org, el Ayuntamiento de Madrid «ha regalado una parcela en Usera a la Comunidad del Cordero para la construcción de un megaconvento». Se encuentra ubicada frente a la boca de Metro de Almendrales, en la avenida de Córdoba 17-19. Está valorada por el Ayuntamiento en 101.320,40 euros, «aunque tiene un valor real de millones de euros».
Dicha parcela ha sido cedida a la Comunidad del Cordero para crear un centro de asistencia religiosa, y prestar servicios sociales, culturales, sanitarios o educativos a la población. Es una asociación católica fundada en Francia en 1986. Son mujeres y hombres mendicantes y evangelizadores, que van diariamente de puerta en puerta pidiendo para sus necesidades a los vecinos del barrio donde se ubican.
Según señalan, en el monasterio «celebrarán misa, a pesar de estar rodeada por la Parroquia de Nuestra Señora de la Fuencisla, la Iglesia Evangélica Dios es Amor, y el Centro Apostólico Cristo Viene», tendrá una «Escuela de la Palabra, grupo semanal de oración y estudio de la biblia y una Mesa Abierta, espacio donde gente ajena al monasterio puede traer comida para compartir unos con otros, y con la Comunidad del Cordero».
Denuncian que, «a pesar de los numerosos sitios de culto (cuatro iglesias, dos parroquias y un centro apostólico), el barrio presenta importantes carencias dotacionales y no tiene ningún instituto público, algo que beneficiaría a toda la comunidad indistintamente de sus creencias. Tampoco hay dotaciones lúdicas alternativas como podría ser un centro juvenil, y hacen falta más instalaciones deportivas como un gimnasio o una piscina cubierta. El terreno podría usarse para paliar estos problemas”, sostienen las asociaciones vecinales de Almendrales.
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Aquí para todo lo que huela a Religión Católica, no hay espacio, sin embargo esa gente que viene de fuera y son musulmanes, tienen hasta paga y disfrute, sin integrarse en nuestra sociedad e imponiendo sus costumbres. A esta patulea no se les dice nada. Debe ser la consigna que hay y que dicta ese individuo que nos desgobierna