Las diferentes comunidades de vecinos afectadas por las cocinas fantasma (también «dark kitchen’, restaurantes sin servicio presencial destinados a los pedidos a domicilio, en la práctica cocinas industriales) ha iniciado una campaña de microdonaciones con el objetivo de recaudar el dinero suficiente para enfrentarse judicialmente al Ayuntamiento de Madrid.
El Gobierno madrileño de José Luis Martínez-Almeida (PP) ha decidido recurrir el fallo judicial que anula la licencia de las cocinas fantasma del Paseo Imperial, 8, en el distrito de Arganzuela. Las comunidades damnificadas inician por ello una campaña de microdonaciones para poder pagar a abogados y procuradores que les permitan enfrentarse al recurso municipal.
A pesar del precedente del caso de las cocinas fantasma que se hallaban junto al colegio Miguel de Unamuno, que el Ayuntamiento perdió en segunda instancia, el equipo de Almeida ha decidido recurrir el fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 que declara nula la licencia de las cocinas industriales del Paseo Imperial, 8, situadas, como las anteriores, en el distrito de Arganzuela. Lo ha hecho a pesar de que los argumentos empleados por los jueces para rechazar las licencias son similares en ambos casos y, sobre todo, a pesar del ruego de las comunidades afectadas, que solicitaron a su regidor que se abstuviese de recurrir y procediese al cierre de un negocio que les «impide vivir con tranquilidad y salubridad».
«Lamentablemente, el Ayuntamiento, que debería velar por el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas, se ha vuelto a alzar en su contra recurriendo el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), lo que ha obligado a las comunidades afectadas a prepararse ante una nueva fase del litigio», señalan. Para ello, y después de haber desembolsado ya la friolera de 30.000 euros como consecuencia de su demanda, estas inician hoy una campaña de microdonaciones en el portal Goteo.org con el fin de obtener fondos para pagar a abogados y procuradores que puedan enfrentarse al recurso del Consistorio.
Lo hacen con el apoyo de la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial, la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), organizaciones que invitan a la ciudadanía a colaborar con alguna aportación. El enlace para hacerlo es el siguiente: https://www.goteo.org/project/stop-cocinas-fantasma-en-paseo-imperial-6-y-8
Los promotores de la iniciativa tienen 40 días para recaudar un mínimo de 5.000 euros, aunque tratarán de lograr 12.000 euros, cifra que les permitirá no solo afrontar el recurso del Ayuntamiento al fallo de las cocinas de Paseo Imperial, 8, sino también, el previsible recurso del caso de otras dark kitchen que se hallan en la misma manzana, en el número 6 de esa calle. Se espera que en breve el juzgado resuelva la demanda presentada por la vecindad damnificada.
El pasado 22 de octubre el citado Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 6 declaró nula la licencia de las cocinas fantasma de Paseo Imperial, 8, otorgada por el Ayuntamiento, por no haber tramitado la evaluación ambiental de una actividad que puede causar “perjuicios” al vecindario. Para ello, la jueza cita en su fallo hasta seis tipos de perjuicios de una actividad que califica indudablemente de “industrial”. Son los siguientes:
- Perjuicios derivados de la limpieza y tratamientos de residuos.
- Perjuicios derivados de la contaminación acústica.
- Perjuicios derivados de la calidad del aire y la sostenibilidad.
- Perjuicios derivados de la afección a la movilidad urbana.
- Perjuicios derivados de la falta de zonas de aparcamiento.
- Perjuicios derivados de la intensidad de la actividad.
La licencia fue solicitada por la mercantil Kitchen Cluster Europe SL para la actividad de 10 cocinas industriales, a las que se suman las 8 abiertas en Imperial, 6 y un obrador de La Mallorquina en la misma finca. Algunas de estas cocinas actualmente generan pedidos para marcas como Vicio, de Aleix Puig, ganador del concurso televisivo MasterChef 7, que llegó al barrio tras ser expulsado de las instalaciones situadas en Alejandro Ferrant, 8, las que vertían sus humos al patio del colegio Miguel de Unamuno, y que fueron cerradas tras un fallo judicial que anuló su licencia municipal.
Si las comunidades damnificadas por Imperial, 8 consiguen tumbar el recurso de Almeida en segunda instancia, generarían otro importante precedente judicial, consolidando una jurisprudencia que «puede servir para sacar, de una vez por todas, negocios industriales como las cocinas fantasma de los entornos residenciales y de viviendas», concluyen.