Los nuevos límites genéricos de velocidad disparan las multas en Madrid: de 1.093 a 19.282 denuncias en 6 meses

Gacetín Madrid

Hace ya dos años que entraron en vigor en vigor de los nuevos límites genéricos de velocidad en vías urbanas. Con ello, los 8.130 ayuntamientos de todo el país dieron  comienzo a una «revolución» en la fisionomía de sus ciudades y pueblos con la entrada en vigor de estos nuevos límites, destacando sobre los demás el límite general de 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido, con el objetivo de «humanizar» los espacios urbanos.

En el caso de Madrid, el 80% de sus calles cumplen con este requisito de un solo carril por sentido. Con todo ello, el límite de velocidad en vías urbanas pasó a ser de: a) 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera. b) 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación. c) 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

La organización de defensa de los conductores, AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA), ha denunciado que, tal y como predijeron, las multas en Madrid se han disparado. En el caso de infracciones de velocidad por superar los límites genéricos de 30 km/h, el incremento ha sido exponencial y se ha pasado de formular 1.093 denuncias en el primer semestre de 2022 a 19.282 en el mismo periodo de 2023. Es decir, las multas han experimentado en un año un incremento del 1.664%.

Los motivos que llevaron a la DGT a implantar esta medida, que fue reconocida por la Dirección General de Movilidad y Transportes de la Comisión Europea, como una medida «positiva que ayudará a reducir la siniestralidad vial», fueron:

  • La demanda de los ayuntamientos para tener un paraguas legal normativo y poder aplicar los 30km/h en sus localidades.
  • En 2019, los fallecidos en accidente de tráfico en las ciudades aumentaron un 6%, mientras que en las vías interurbanas se redujeron un -6%.
  • El 82% de los fallecidos en ciudades en 2019 fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
  • Se reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello. Si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo es de un 10%; si la velocidad es a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva alrededor del 90%.
  • Se reduce a la mitad la distancia que se necesita para detener el vehículo al pasar de 50km/h a 30km/h.
  • Las experiencias existentes de zonas 30 en ciudades demuestran el efecto positivo sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40%.
  • Se reduce a la mitad el ruido ambiental según el informe de recomendaciones del Grupo de Expertos Académicos para la 3º Conferencia ministerial global de seguridad vial.

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