Una joven de 25 años de edad y su hija de apenas 5 años, ambas de nacionalidad peruana, han sido asesinadas a puñaladas, al parecer por la expareja de la primera y padre de la segunda, también peruano, esta madrugada de lunes 27 de noviembre en una vivienda del distrito madrileño de Carabanchel.
Los hechos han ocurrido pasadas las 00:30 horas de esta madrugada de lunes en un piso del número 62 de la calle Jacobeo, en el distrito de Carabanchel, cerca del Metro de La Peseta. Sanitarios del SAMUR-Protección Civil se han encontrado primeramente en el garaje a una joven de 25 años llamada Tatiana con puñaladas por todo el cuerpo, las más graves en el tórax, y en parada cardiorrespiratoria irrecuperable. Al parecer había bajado a pedir ayuda y confesó a los policías que la encontraron inicialmente lo ocurrido.
Ya en el dormitorio de la vivienda han encontrado el cadáver de una niña de 5 años, con heridas de arma blanca en el cuello, y en el pasillo a un hombre de 24 años de edad, con un corte también en el cuello, estando este último en parada cardiorrespiratoria. Tras lograr revertirla, el individuo ha sido trasladado con preaviso al Hospital 12 de Octubre, donde ha ingresado con pronóstico grave.
Agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional desplazados al lugar del suceso han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de este grave asesinato. Al parecer habría sido el hombre, expareja de la joven y padre de la niña y que vivía en el bajo del mismo edificio (parece ser que se coló de noche aprovechando tener una copia de la llave), el autor primero de la muerte de su expareja y después de la hija pequeña que degolló mientras dormía, para posteriormente intentar suicidarse.
Antes de intentar quitarse la vida el sujeto intentó matar a los otros dos hijos de la pareja, pero estos se encerraron al oír los gritos. Según ha podido saber Gacetín Madrid de fuentes del Tribunal Superior de Justicia, a mediados de julio la víctima había presentado una denuncia por malos tratos ante la Policía Nacional de Torrejón de Ardoz pero, con fecha de 1 de diciembre de 2022, el juzgado de lo Penal nº 37 de Madrid absolvió al acusado de un delito de lesiones en el ámbito familiar, con lo que decayeron las medidas cautelares impuestas el 15 de septiembre por el juzgado de Violencia Sobre la Mujer nº 4 de Madrid, en septiembre de 2020, dictadas en fase de instrucción tras el informe policial: dar de alta a la mujer en el Sistema VioGén y establecer una Orden de Protección con la prohibición al hombre de aproximación y comunicación a su expareja a menos de 500 metros.
El Juzgado de lo Penal nº 37 absolvió al acusado dado que su pareja sentimental “no recordaba lo sucedido”, a falta de testigos presenciales que aportasen una versión ajena a la mantenida por ambos, ya que él negó los hechos imputados. En base al principio de “in dubio pro reo”, fue absuelto.
Con fecha de 30 de octubre de 2020, el juzgado de Violencia Sobre la Mujer nº 4 de Madrid levantó las medidas cautelares impuestas el 15 de septiembre de ese mismo año por un juzgado de Torrejón de Ardoz, por no concurrir la situación objetiva de riesgo que exige la ley, ya que finalizada la instrucción –indica el auto-, “no resultaron indicios de que en el mes de julio y en una discusión sin testigos, el investigado agrediese a la denunciante, no existiendo tampoco ninguna lesión objetivada en el parte de asistencia de tal presunto hecho; y en cuento a la presunta agresión, del día 6 de septiembre de 2020, con amenazas simultáneas con cuchillos, ningún indicio hay de esta última”.
El juzgado denegó la orden de protección por no concurrir la situación objetiva de riesgo que exige la ley: se trataba de un hecho aislado, alzándose como contraindicio de riesgo la circunstancia de que la presunta víctima, siguiendo el consejo de su padre, que convivía con ellos, le aconsejó no denunciar, y de hecho, si la denunciante lo hizo fue una semana después.
«Y por un motivo que ella ha expresado en el día de hoy en la comparecencia, que no fue por su protección, sino por intentar evitar que el investigado se llevara a su hija a Perú, pues en aquellos días tuvo conocimiento de la intención de él de regresar a su país y temió que pudiera llevarse a la niña”, concluyen.
