El pasado agosto, en pleno periodo estival y sin comunicación previa, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid daba inicio al trámite de evaluación ambiental simplificada del modificado del proyecto constructivo de la ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid.
Las organizaciones ciudadanas y ecologistas del movimiento ‘No a la tala’ presentaron alegaciones al mismo, denunciando activamente que se trataba de «un movimiento deliberado por parte de la administración pública para justificar las ilegalidades del mismo por la vía rápida e ignorar los procedimientos judiciales abiertos». El pasado martes se daba luz verde al mismo, tras desestimar las alegaciones presentadas, emitiendo Declaración de Impacto Ambiental Simplificada (DIAs) a «un proyecto que adolece de las mismas irregularidades que la ciudadanía lleva denunciando desde hace meses», critican.
El movimiento ‘No a la tala’, Ecologistas en Acción y la FRAVM inciden en que «el único proyecto sometido a evaluación ambiental ordinaria (que es la que procede en un proyecto de estas características) e informado públicamente es el recogido en el Estudio de Impacto Ambiental del 2020, sobre el que se emitió DIA favorable». El proyecto ambiental se ha tramitado «como una modificación del proyecto constructivo anterior, que alteraba sustancialmente el proyecto aprobado sin haber seguido los cauces adecuados, y sobre el que existe un procedimiento judicial abierto».
El proyecto aprobado esta semana, exponen los denunciantes, «incrementa gravemente el daño ambiental y las talas respecto al proyecto de 2020. De las 79 talas recogidas en la DIA original se eleva el número a 676 en el proyecto actual, un 856% más, y de casi 10.000 m2 de afección a zonas verdes, ahora se van a arrasar más de 48.000 m2». Esto se debe principalmente, señalan, «a las polémicas decisiones de ubicar la estación de Madrid Río en pleno Parque de Arganzuela, localizar las instalaciones de la tuneladora en el parque de Comillas, que pretenden destruir, o proyectar una subestación eléctrica en los Jardines de Palestina».
El 7 de noviembre de 2022 se inician legalmente las obras, y tras las fuertes movilizaciones ciudadanas, en febrero se anuncia que no se dará inicio las talas, de momento. Asociaciones vecinales y ecologistas han denunciado activamente que la localización de la estación de Madrid Río en una zona verde incumple el Planeamiento Urbanístico vigente.
Solo tras las denuncias vecinales, la Dirección General de Planeamiento del Ayuntamiento envía en septiembre de 2023 un informe reconociendo que las normas urbanísticas prohíben la construcción de la estación de metro Madrid Río en el parque de Arganzuela, un año después del inicio oficial de las obras. «Para esquivar esta ilegalidad, la Comunidad de Madrid, con la complicidad del Ayuntamiento de Madrid, se ha amparado en el artículo 163.5 de la Ley del Suelo alegando que es urgente y de interés general«.
El movimiento ‘No a la tala’ y Ecologistas en Acción denuncian que «se trata de un procedimiento opaco de dudosa legalidad, con similitudes a los aplicados inadecuadamente para justificar proyectos como el desdoblamiento de la M-501 o el campo de golf de Chamberí, que fueron anulados por la Justicia precisamente por esto. Insisten en que, como mínimo, se debería aprobar el Plan Especial antes de ejecutar las obras».
Las asociaciones vecinales han solicitado una reunión entre el equipo técnico del proyecto y los expertos que asesoran al movimiento vecinal para «abordar alternativas viables al proyecto». Aunque la Consejería de Transportes ha admitido algunas modificaciones propuestas por iniciativa vecinal, como la extracción vertical en vez de acceso por rampas, lo que ha supuesto una reducción significativa del arbolado a tala previsto por el proyecto constructivo previo, «se puede hacer mucho más para reducir el daño medioambiental y social». Por este motivo han solicitado una mediación al Banco Europeo de Inversiones, que está investigando el caso.
Señalan «la gravedad que supone que el nuevo proyecto constructivo no plantee la relocalización de la entrada de la tuneladora por el parque de Comillas». «La ciudadanía de Comillas se opone a esta decisión ya que someterá a la vecindad del barrio al impacto que va a suponer convivir con esas obras: tránsito de camiones cada 10 minutos durante más de 2 años, por calles inadaptadas a este nivel de tráfico, junto a un colegio con alumnado de espectro autista», indican.
El movimiento ‘No a la tala’ y Ecologistas en Acción acusan al Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid de «complicidad con la Comunidad de Madrid para acelerar las talas». En declaraciones públicas, el Delegado del Área, Borja Carabante ha comunicado que procederá a conceder los permisos de tala “inmediatamente” en cuanto la Consejería lo solicite, a pesar de «que el proyecto modificado está inconcluso».
«Podría darse el caso de que se eliminen árboles no incluidos en el proyecto definitivo que se podrían haber salvado, como en los jardines de Palestina, el paseo de la Infanta Isabel, etc». Además, denuncian que la Comunidad de Madrid «no va a esperar a conocer el resultado del informe hidrogeológico, requerido tras las alegaciones vecinales, para continuar con las obras». Para evitar que «se repitan casos» como el de San Fernando de Henares, las comunidades vecinales afectadas «solicitan que no se inicie la obra hasta que todos los informes y documentos estén finalizados».
Por todo ello, asociaciones vecinales y ecologistas exponen que todo este proceso «se ha llevado a cabo para deslegitimar las movilizaciones vecinales y evitar los procesos judiciales abiertos». La Comunidad de Madrid «se ha dado mucha prisa para dar una pátina de legalidad a un proyecto que hace aguas (por todas partes) y ejecutar las obras lo antes posible, antes de que las irregularidades denunciadas les obliguen a replantear el proyecto tal y como pide la ciudadanía».
Los denunciantes insisten en que «hay alternativas viables mucho menos lesivas, las seguirán denunciando ante las instancias europeas y adoptarán todas las medidas legales que estén a su alcance». En protesta han convocado una concentración esta tarde a las 19:00 horas en la Glorieta de Atocha y anuncian que seguirán con más movilizaciones.
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Esas que dicen llamarse asociaciones ecologistas, no son más que individuos de ultra izda que les han mandado para protestar y no dejar hacer nada que no aprueben ellos. Porqué no se manifiestan contra la tala de árboles del desgobierno que va a llevar a cabo en Atocha??
Cuanta basura hay en España desde que está toda la gentuza de ultra izda y que tratan con diferente vara si no son los suyos….Dais asco!!!