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El 40% de los hogares madrileños no llegan a fin de mes y el 14,4% de los trabajadores en Madrid son pobres, según CCOO

Gacetín Madrid

El 14,4% de las personas que tienen trabajo en la Comunidad de Madrid viven en situación de pobreza y el 15% no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Un total de 1.370.318 personas están en riesgo de pobreza en Madrid, más de la mitad mujeres. Además, el 40% de los hogares madrileños tiene problemas para llegar a fin de mes. Estas son las principales conclusiones del ‘Informe de situación de la pobreza en Madrid 2023’ elaborado por el sindicato CCOO.

En rueda de prensa por parte de la secretaria general de CCOO Madrid, Paloma López, y del secretario Políticas Sociales y Diversidad del sindicato, Manuel Rodríguez, han indicado que «claramente la pobreza se ha convertido en una realidad estructural en nuestra región y que la falta de inversión y políticas sociales no hacen más que ahondar en una sociedad cada vez más dual y fraccionada».

«A la luz de los datos, que no por repetidos dejan de ser alarmantes, tenemos una clara radiografía de una situación grave de pobreza y carencias económicas y sociales que impactan profundamente en todos los aspectos de la vida de las personas y que requieren de medidas urgentes de corrección si queremos una sociedad más justa y cohesionada», han incidido.

Exponen que mientras que a nivel nacional, en los últimos 8 años, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE bajó un 4,2 %, en la Comunidad de Madrid en ese mismo período subió un 0,6 %. La tasa de riesgo de pobreza ha bajado hasta situarse a niveles prepandemia pero se mantiene en más de un 20% de la población desde hace más de una década, «lo cual es un claro indicador de la estructuralidad de la pobreza en la Comunidad de Madrid».

«Tener 1.370.318 personas en riesgo de pobreza en la comunidad más rica del país requiere medidas urgentes de corrección y redistribución de la riqueza», han criticando, advirtiendo que para cumplir los objetivos de la Agenda 2030, la Comunidad de Madrid tendría que tener 345.000 personas menos en riesgo de pobreza y exclusión social de las que tiene para el año 2022, teniendo que bajar hasta 1.024.197 personas en riesgo.

Por otro lado, han señalado que año tras año el riesgo de pobreza de los menores de 16 años «es escandaloso», la Comunidad de Madrid, «con sus políticas dirigidas a favorecer a las rentas más altas, y el ascensor social totalmente inservible, está abocando a una vida de pobreza, carencias y vulnerabilidad a más de 311.062 niños y niñas que son pobres en la región más rica del país».

Las pensiones siguen funcionando como dique de contención de la pobreza ya que en la franja de edad de las personas mayores es la que menos riesgo de pobreza tiene, es otra de las conclusiones. Según la actividad principal de las personas, la tasa de pobreza es notablemente superior en las personas paradas con casi un 50%.

Los trabajadores tampoco se libran de la pobreza, tener trabajo hace tiempo que dejo de ser garantía económica y de estabilidad, en nuestra comunidad, “motor económico y social” la tasa de riesgo de pobreza de las personas trabajadoras es del 14,4%. Un total de 197.326 trabajadores son pobres en Madrid.

Por otro lado, aumenta un 10,7% las personas de 45 a 64 años con carencia material severa, en una etapa en la que se supone una estabilidad laboral. Las mujeres no abandonan el dudoso privilegio de ocupar siempre las mayores tasas de riesgo de pobreza, de las personas que están en riesgo de pobreza, un 52% son mujeres, en este sentido cabe destacar la diferente evolución que tiene la pobreza en relación a la edad y el sexo.

La tasa de riesgo de pobreza en hombres va descendiendo con la edad mientras que las mujeres la van aumentando. Es clara la interacción del riesgo de pobreza con las cargas familiares no compartidas, la reducción de las jornadas laborales por cuidado de menores y mayores y por supuesto en la brecha de las pensiones.

Los hogares madrileños siguen estando en serias dificultades y ni la recuperación de la economía tras la pandemia se ha traducido en una disminución de las mismas, todo lo contrario, aumentan los hogares con problemas para hacer frente a los gastos más básicos. 211.400 hogares madrileños (8,6%) tienen menos de 1.000 euros de ingresos mensuales.

Las conclusiones más destacadas son que un 40% de los hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes; crece más de un 30% los hogares que no pueden permitirse la vivienda con una temperatura adecuada; 211.400 hogares madrileños (8,6%) tienen menos de 1.000 euros de ingresos mensuales; y 114.236 hogares no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días.

La situación actual de la Comunidad de Madrid, denuncian desde el sindicato, «es el resultado de las políticas neoliberales que se han desarrollado durante décadas convirtiendo nuestra región en una sociedad profundamente desigual, fracturada, incluso geográficamente, por las enormes diferencias entre los que más tienen y la gran mayoría de la población madrileña».

Desde CCOO de Madrid «creemos fundamental poner en marcha acciones concretas que pongan a las personas en el centro, que defiendan los servicios públicos como principales herramientas de reequilibrio de las desigualdades sociales y territoriales». Para ello proponen:

  • La implementación de políticas públicas reequilibradoras, una fiscalidad justa, que garanticen derechos y superen las respuestas coyunturales que no van a la raíz del problema.
  • Avanzar hacia un modelo productivo no basado en la precariedad.
  • Iniciar un proceso de industrialización medioambientalmente sostenible.
  • Creación de un Fondo para el reequilibrio regional, con el fin de fomentar la inversión económica en los municipios de la Región de Madrid con menor renta per cápita.
  • Introducir en los planes de inversión criterios orientados al reequilibrio regional en las dotaciones de servicios públicos.
  • Mantener la gratuidad en el transporte público colectivo, con el fin de asegurar una movilidad sostenible y asequible para la ciudadanía madrileña.
  • Elaboración de una Ley de Vivienda adaptada a la normativa estatal que defina intervenciones para reducir los elevados costes de la vivienda (limitación de apartamentos turísticos, penalización de la tenencia de pisos vacíos, congelación de alquileres etc.).
  • Establecer la gratuidad de los comedores en los colegios públicos.
  • Promover una reforma de la actual ley autonómica de servicios sociales para superar su carácter asistencialista que no aborda los problemas de fondo que determinan y son causantes de la lamentable situación en que se encuentran los Servicios Sociales Públicos en la región. Para regular un nuevo Sistema Público de Servicios Sociales garantista, de derecho y con calidad dotándolo con recursos humanos y económicos suficientes.
  • La reversión de la gestión externalizada de los recursos sociales.
  • Realizar los cambios normativos necesarios para adaptar la Renta Mínima de Inserción a la nueva realidad y convivencia con el Ingreso Mínimo Vital para que sean complementarias y garanticen unos ingresos dignos al menos al umbral de pobreza y tengan en cuenta la carestía de la vida en la Comunidad.
  • Regular por ley las ayudas dirigidas a la cobertura de las necesidades vitales de las personas y familias con especiales dificultades. Esta norma debe incorporar las prestaciones de carácter educativo, sanitario, de garantía de acceso y mantenimiento de la vivienda, movilidad y necesidades de acceso a suministros básicos y esenciales, como el agua y la electricidad.
  • Reorientar los recursos destinados a los servicios residenciales para personas mayores a la expansión de la red de titularidad pública, gestionadas directamente por la Comunidad de Madrid.
  • Restablecimiento del suministro eléctrico a la Cañada Real, en cumplimiento de la decisión del Comité Europeo de Derechos Sociales.
  • Adopción de un Plan de Choque contra el sinhogarismo, con el fin de asegurar una alternativa habitacional digna y el acceso a los recursos necesarios (incluidos sociales y sanitarios) a las personas que se encuentran en esta situación de extrema vulnerabilidad.

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