Este viernes, 15 de septiembre, en el Colegio de Médicos de Madrid se reúne la Red Europea de Investigación en Infección por HTLV-1, a la que está previsto que asistan más de 100 integrantes del grupo, procedentes de diferentes centros de investigación y hospitales de Europa y Estados Unidos.
El objetivo de este encuentro es actualizar los conocimientos sobre este virus que infecta de forma permanente a los linfocitos T4. Se trata de una infección poco frecuente, pero en los últimos años han aumentado los casos descritos. Aunque muchas personas no desarrollen las enfermedades asociadas al HTLV-1, sí pueden contagiar a otras con el virus.
“En España hay un registro de HTLV-1 desde el año 1989. Desde entonces han sido notificados 451 casos. El 67 % de las personas infectadas son de América Latina y el 12 % de África Subsahariana, lugares donde este virus es endémico”, explica el Dr. Vicente Soriano, vicedecano de Investigación de la Facultad de Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y director de esta reunión.
El virus HTLV-1 puede producir dos enfermedades: mielopatía, una enfermedad neurológica que produce pérdida de fuerza en las piernas, o leucemia, un cáncer de la sangre. “Solo el 10 % de las personas infectadas con este virus desarrollan estas enfermedades. El problema es que no hay fármacos para tratarlos ni vacunas para prevenir el contagio”, señala.
Se trata de una enfermedad poco frecuente que “ha ido adquiriendo importancia en los países de Europa occidental y Estados Unidos debido a los movimientos migratorios de personas entre diferentes continentes”. En el mundo se estima que hay unos 15 millones de personas con HTLV-1.
Los expertos alertan de una pandemia silenciosa: “Hablamos de una pandemia porque está presente en todos los continentes y silenciosa porque hay muy poca información tanto entre la población como entre los médicosy, como consecuencia, no se detecta y pasa inadvertido”.
Por eso, entre las principales recomendaciones de esta reunión bienal se propone generalizar el screening, fundamentalmente expandiéndolo a dos grupos poblacionales: a los pacientes con infecciones de transmisión sexual y a las mujeres embarazadas.
“En el primer caso podríamos identificar más casos de infección por HTLV-1, dado que la vía sexual es la principal vía de contagio. En el segundo caso, para evitar que se transmita el HTLV-1 al bebé a través de la leche materna, que es otra de las vías de contagio y que tiene una solución tan sencilla como no dar el pecho al recién nacido. Es una medida muy eficaz con un elevado coste-beneficio”, apunta el experto.
Por ahora, estas pruebas de detección de anti-HTLV solo se hacen en algunas ocasiones, tal y como explica Vicente Soriano: en donantes que provienen de países donde el HTVL-1 es endémico y a los donantes de órganos para trasplante.
Además del Dr. Soriano, a la reunión asistirán otros expertos internacionales, como el Dr. Antoine Gessain, quien describió la mielopatía por HTLV-1 hace más de 30 años, el Dr. Charles Bangham, experto en la patogénesis de la leucemia por HTLV-1, el Dr. Graham Taylor, coordinador inglés de HTLV-1 y Carmen Mendoza, coordinadora de la red española de HTLV-1.
“Que se celebre en el Colegio subraya el compromiso de esta institución con la investigación española y los avances científicos médicos. Demuestra el interés en que los médicos puedan tener información actualizada sobre este virus”, resalta el Dr. Soriano.