Este domingo, 21 de mayo, a las 11:00, con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid se concentra ante el número 6 de la calle Morando, en La Ventilla (Tetuán), para protestar por las molestias del negocio que tiene el chef Dani García en ese lugar.
Es la cuarta concentración que organiza la plataforma en los últimos cinco meses. A pocos días de las elecciones municipales, denuncian, «el Ayuntamiento de Madrid no ha dado respuesta al problema que generan las cocinas industriales instaladas en las zonas residenciales de Madrid y ha hecho oídos sordos a las protestas de las vecinas y vecinos afectados por ellas».
Algunos partidos progresistas, ahora en la oposición, han incluido en sus programas electorales la regulación de estas cocinas fantasma para expulsarlas a zonas industriales, como ya ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona. Actualmente existe una moratoria para conceder licencias a este tipo de negocios y hasta el día de hoy ha dificultado (que no prohibido por la falta de definición de la actividad) nuevas aperturas, pero el próximo mes de julio esta medida transitoria decae y «Madrid se convertirá en una ciudad sin ley para la instalación de estos negocios ante la falta de una regulación específica», inciden.
El proyecto de modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM que el Consistorio ha presentado «no solo no las expulsa de la ciudad sino que las consolida como modelo de negocio rentable para los empresarios dispuestos a instalar estos lucrativos negocios sin tener en cuenta los problemas de contaminación, olores, ruidos, gestión de basuras y movilidad que se genera en el entorno, ni sus efectos en los vecinos residentes». Los únicos afectados «ante esta pasividad municipal son los vecinos y vecinas de Madrid y Tetuán tiene hoy el triste honor de ser el distrito de la capital con un mayor número de cocinas industriales alojadas en zonas residenciales», reclaman.
El lugar presenta actualmente cinco en activo en las calles José Calvo, Morando, Sorgo, Araucaria y Algodonales y a ellas pronto se unirán otras dos, que se ubican en las calles Santa Valentina, 3 y Salamanca, 21. El negocio de la calle Salamanca, impulsado por la empresa Cuyna, tiene previsto abrir con 18 cocinas industriales y, aunque se encuentra rodeado de pisos de viviendas, podrá hacerlo porque se ubica dentro de la Norma Zonal 9.1, que admite la convivencia de usos residenciales con algunos tipos de industria, una zona mixta que, a pesar de las peticiones de la FRAVM, quedó fuera de la moratoria municipal de licencias, como les sucede a las polémicas cocinas fantasma del Paseo Imperial de Arganzuela.
Con el fin de pedir el traslado de todas ellas a polígonos industriales, la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid organiza este domingo, 21 de mayo, una nueva concentración de protesta. El acto comenzará a las 11:00 en el número 6 de la calle Morando y cuenta con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), las asociaciones vecinales Cuatro Caminos-Tetuán y La Ventilla-Almenara, Radio Almenara, Ecologistas en Acción y la Plataforma Por el Derecho a la Ciudad.
El televisivo chef Dani García está detrás de la marca La Gran Familia Mediterránea que tiene su negocio más rentable en este espacio ciego de la calle Morando con 150 metros cuadrados dedicados a la elaboración de comida rápida para reparto a domicilio.
El vecindario sufre a diario malos olores a fritanga, humos, ruidos, atascos, suciedad, ocupación de calzada y acera por repartidores, carga y descarga de grandes camiones e invasión de las entradas de garajes y portales, entre otros problemas, todos los días de la semana de forma ininterrumpida, de 10 de la mañana hasta la medianoche. A esto se suma el problema de aparcamiento en la zona por la reserva de varios metros lineales de suelo público en la calzada para carga y descarga de 8 a 24 horas, todos los días del año, a la empresa Rima Gastronómica S.A., explotadora de las instalaciones.
Además de las molestias cotidianas citadas, argumentan, «el uso de equipos de alta potencia no declarados en la memoria de reforma del local, ocasionó el año pasado un apagón general de la electricidad de la manzana, afectando a todos los vecinos y dejando sin luz al Centro Cultural Eduardo Úrculo que se encuentra en una manzana vecina».
Las dark kitchens de la calle José Calvo, del chef Aleix Puig situadas a dos kilómetros de Morando, representan también «una fuente continua de conflicto, como también lo son las obras de la futura cocina fantasma de Santa Valentina». La vecindad está «harta» de llamar a la policía para denunciar irregularidades y molestias.
La Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid lamenta “la falta de sensibilidad del Ayuntamiento ante la depredación de este tipo de negocios, que se escudan en generar puestos de trabajo cuando la realidad es que sólo engrosan sus cuentas de beneficios gracias a empleos mal pagados y en pésimas condiciones laborales”, además de «actuar como competencia desleal contra los hosteleros del barrio».
Por ello, reclama el cierre de todas las cocinas fantasma que se encuentran actualmente en zonas residenciales y su traslado a polígonos industriales, así como una normativa específica que limite su implantación con las medidas presentadas en 2021 por la FRAVM como alegaciones al proyecto de Modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM, que fueron acompañadas de más de 3.000 firmas de apoyo.
La Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid está formada por comunidades de los siguientes lugares: Paseo Imperial 6 y 8, Calle San Bernardino 20, Calle José Calvo, Calle Santa Valentina, Calle Morando 6, Calle Alejandro Ferrant 8, Calle Canillas 18/Zabaleta y Prosperidad.
