La Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid ha reclamado al alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, que «siga el ejemplo de Barcelona y saque las cocinas fantasma de las zonas residenciales». «No hace falta esperar a la aprobación de la modificación de las Normas Urbanísticas del PGOUM para prohibir las cocinas industriales en edificios de viviendas», han incidido, reclamando que lo lleve a efecto «cuanto antes».
El Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid está tramitando una Modificación de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana del municipio. Entre otras cuestiones, la modificación incluye una regulación de las cocinas industriales. Por dos veces el proyecto de modificación ha sido rechazado por mayoría de votos en la Comisión de Urbanismo, «un hecho que ha sido utilizado por el Área de Desarrollo Urbano para señalar a la oposición como culpable de que no se puedan establecer reglas más restrictivas a la apertura de las cocinas fantasma», critican.
Ante esta situación, la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma de Madrid y la FRAVM han recordado que el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido prohibir la instalación de este tipo de actividades en las zonas residenciales. «Nada impide al Ayuntamiento de Madrid hacer lo mismo. Si en Madrid no se hace no es por culpa de los demás, ni del empedrado, es porque quien tiene la facultad de hacerlo –el Área de Desarrollo Urbano y la Junta de Gobierno municipal- no quiere hacerlo. Basta ya de echar balones fuera y quitarse la responsabilidad».
En segundo lugar, «tenemos que manifestar que ninguna de las alegaciones presentadas y auspiciadas por la Plataforma a la mencionada modificación de las Normas Urbanísticas ha sido atendida por el Ayuntamiento. Todas -sí, todas- han sido desestimadas. Los responsables municipales nunca han querido negociar con los afectados y las afectadas. Es más, incluso cuando hay una sentencia judicial que nos da la razón, el Ayuntamiento ha preferido recurrirla».
En tercer lugar, «tal como hemos denunciado en múltiples ocasiones, la nueva normativa, si se aprobara, no arregla el problema que supone el funcionamiento de las cocinas que ya están abiertas. Existen, algunas de ellas, a nuestro juicio, incumpliendo las normas vigentes ahora, extremo que esperamos será ratificado por las próximas sentencias judiciales a los contenciosos entablados por las comunidades vecinales».
En cuarto lugar, la Plataforma recuerda que «la moratoria a la concesión de nuevas licencias acaba en julio y no es prorrogable. Ante esa situación vemos con preocupación que el Área de Desarrollo Urbano, las Juntas de Distrito y la Junta Gobierno del Ayuntamiento miran para otro lado o esconden la cabeza como los avestruces». La situación es «tanto peor cuanto nos consta que hay diversos proyectos a la espera del mes de julio para empezar a funcionar, proyectos que han realizado o están realizando obras con simples declaraciones responsables».
La Plataforma exige a los responsables municipales que «actúen, que cumplan con su obligación, que es la de proteger el bienestar y la calidad de vida de las personas». Las cocinas fantasma «no pueden estar en las zonas residenciales, son incompatibles. Los impactos son fácilmente constatables por cualquier persona que se acerque a ver cómo funcionan: ruidos, malos olores, contaminación atmosférica, riñas, amenazas, motos y bicis que invaden las aceras e incluso circulan por ellas, cubos de basura y residuos que se acumulan en la calle, deterioro de la convivencia ciudadana, varios conatos de incendio…».
Por eso, la Plataforma, «los vecinos que sufren día tras día, todos los días de la semana, todas las semanas del año, desde primeras horas de la mañana hasta la medianoche», dicen al Ayuntamiento “saquen las cocinas industriales de las zonas residenciales, llévenlas a su lugar, los polígonos industriales”.