La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha hecho hoy un llamamiento a la colaboración porque se ha detectado una caída en las donaciones al Banco de Alimentos mientras que crecen las peticiones. Al mismo tiempo, ha insistido en que, con estas “dificultades”, por parte de las Administraciones «el trabajo pasa por la bajada del gasto público y no por poner tope a los precios».
“Pido a los ciudadanos que sigan ayudando y que en estos momentos tan complicados no nos olvidemos de las personas que peor lo están pasando”, ha indicado la presidenta tras acudir a la sede de la entidad, ubicada en el Complejo de San Fernando, en un edificio propiedad del Gobierno madrileño. Precisamente, allí ha anunciado la renovación de la cesión gratuita de este espacio, que forma parte de la Finca Valdelatas-Colegio San Fernando, en la capital.
En 2021, se han cubierto las necesidades de 84.500 personas, con un reparto de comida diaria de 38.000 kilos a 33 municipios de la región. Díaz Ayuso ha explicado, en este sentido, que muchas de las entidades que están dedicadas a la asistencia a las personas más vulnerables les han comunicado que están teniendo dificultades para recoger alimentos por culpa del encarecimiento de los precios de los carburantes. “Al final las crisis no están dando tregua”, ha lamentado.
Por parte de la Comunidad de Madrid, la presidenta ha asegurado que el Ejecutivo autonómico «seguirá bajando impuestos y pedirá a otras administraciones que hagan lo propio con la energía y con los carburantes». “También estamos rebajando precios del transporte, congelando las tarifas del Canal de Isabel II, pero no nos podemos conformar. Hay que seguir ayudando a las personas que trabajan en el campo o en las distribuidoras de alimentación”, ha advertido.
Cesión de las instalaciones para almacenes
En el edificio visitado hoy, además de ser la sede principal, también están las oficinas y uno de los almacenes de la ONG. La utilización de las instalaciones por parte de esta entidad, que se remonta a 1998, se extenderá en esta ocasión hasta el próximo año 2038, con el compromiso de que a lo largo de estos años la organización lleve a cabo diversas mejoras en los 2.300 metros cuadrados de espacio que actualmente ocupa.
Díaz Ayuso también ha recordado que la Comunidad de Madrid va a llevar a cabo una profunda reforma de los accesos, remodelando las aceras y creando un acceso alternativo a los vehículos de gran tonelaje, lo que agilizará y permitirá atender a un mayor número de personas en dificultades.
En la entidad trabajan actualmente 443 personas, más del 90% voluntarias. Se trata de una de las principales organizaciones del tercer sector de nuestra región que, desde 1994 tiene como misión conseguir gratuitamente alimentos para distribuirlos entre entidades benéficas dedicadas a la asistencia y cuidado directo de personas necesitadas de la región.
Donaciones de productos del IMIDRA
El Gobierno regional, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, ha donado al Banco de Alimentos un total de 6.000 litros de aceite de oliva virgen extra y 23.135 kilos de frutas y hortalizas procedentes del excedente de producción que no se utiliza para la investigación agroalimentaria desarrollada en la finca experimental La Isla, situada en Arganda del Rey.
En concreto, la Fundación ha recibido desde 2020 y hasta la fecha, cerca de 5.000 kilos de tomates, 4.000 de sandías, 1.200 de pimientos, 5.200 de patatas, cerca de 8.000 de melones, 1.200 de pimientos y 600 de calabacines, todos ellos productos tradicionales y de calidad, desaparecidos de los campos madrileños durante años y recuperados por los investigadores del IMIDRA. Además, el aceite donado es producto del cultivo de la aceituna que se lleva a cabo en diferentes fincas gestionadas por la Comunidad de Madrid para el desarrollo de este sector madrileño.
Un millón de comidas anuales en los comedores regionales
A todo ello se suma la labor que desempeña la Administración regional a través de los cuatro comedores dependientes de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social para atender las necesidades de alimentación de las personas más vulnerables, y que suman 1.072 plazas diarias. Se trata de un servicio que se siguió prestando durante la pandemia y que entrega cerca de un millón de comidas al año.