Los aspirantes a docentes que concurren a las oposiciones que se celebran en Madrid desde el 18 de junio «están pasando por un verdadero vía crucis». CCOO ha denunciado «deficiencias graves en el proceso de la convocatoria, falta total de transparencia, preguntas mal redactadas y problemas con el salario y el horario de los miembros de los tribunales, entre otras».
Hoy, a las 11 de la mañana, opositores e interinos se han concentrado frente a la Consejería de Educación para exigir que «se cumplan todas las garantías que deben acompañar desde el principio cualquier convocatoria de oposición para que sean efectivos los principios exigidos por la ley de igualdad, mérito y capacidad».
CCOO lleva advirtiendo en la mesa sectorial desde unas semanas antes del inicio del proceso de oposición de la «gran cantidad de filtraciones, falta de concreción en la convocatoria, de la ausencia de unos criterios de evaluación que la Consejería de Educación debería hacer públicos, de las altas temperaturas en los Institutos donde se vienen realizando los exámenes y la falta de recursos para combatirlas, de los problemas con el horario y salario de los tribunales de oposiciones, y un largo etcétera que, lamentablemente, han acabado por empañar el proceso de oposiciones».
La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín, y la responsable en la Federación de la Enseñanza Pública No Universitaria, Aida San Millán, han comparecido ante los medios de comunicación justo antes de la concentración para dar cuenta de un primer avance de los resultados de las oposiciones. “CCOO hace un esfuerzo por arrojar luz al proceso de oposiciones y para intentar que haya transparencia, ya que precisamente es la falta de transparencia una de las cuestiones que más nos preocupa, que más malestar crea a las personas aspirantes y que más dudas plantea en el propio proceso”, ha declarado Galvín.
San Millán ha puesto el foco en el escaso porcentaje de aspirantes que ha superado la primera fase: “Nos hemos quedado en un 39% de aprobados en una primera fase que es memorística y que no atiende a unos criterios de evaluación ni reales, ni legales en algunos casos, y que no son ni transparentes ni públicos”, ha denunciado. La segunda fase, aclara, es más didáctica y pedagógica, y es donde los aspirantes pueden demostrar su capacidad docente.
Se queja también Aida San Millán de que para elaborar el informe de resultados, CCOO “ha tenido que ir recogiendo los datos tribunal por tribunal, acercándonos a los institutos y a la sedes porque los datos ni son públicos ni se puede acceder a ellos, ni siquiera por parte de los opositores que se presentan, que solo pueden ver las notas de su propio tribunal”.
«Preguntas mal redactadas y agravios comparativos»
Galvín asegura que se solicitó a la Consejería que emitiera algún comunicado que pudiera tranquilizar a las 23.487 personas que están opositando “y que no tienen garantías en un proceso donde se está evaluando con legislación que no está aplicada en este curso y que tampoco aparecían en la propia convocatoria de oposiciones, a lo que debemos sumar, exámenes con más de tres preguntas mal redactadas y más de una posible respuesta, sin que se sepa con certeza cuál de ellas están dando por válidas”.
En concreto, detalla Galvín, en la especialidad de Pedagogía Terapéutica, el examen A2, o prueba del supuesto práctico, tenía en cuenta una circular que sólo tiene en posesión el profesorado que estuviera trabajando en algún centro de Educación Especial. “Esta normativa, ni es pública, ni venía recogida en la convocatoria y deja fuera en un agravio comparativo brutal a todas las personas que estuvieran trabajando en colegios ordinarios o bien no hayan trabajado aún. Las oposiciones deben cumplir tres premisas legales, que son: igualdad, mérito y capacidad, con estas prácticas, rompemos este trinomio”, subraya la responsable sindical. Como consecuencia, más de la mitad de los opositores de esta especialidad no han pasado la primera fase.
«Devaluar al profesorado»
“La Comunidad de Madrid, desde Esperanza Aguirre, parece que disfruta devaluando al profesorado madrileño, y muchas veces se utilizan las oposiciones como arma arrojadiza”, asegura San Millán. “Quieren demostrar a través de unos exámenes que no son ni didácticos ni pedagógicos ni reflejan lo que necesita un docente sean la clave para decir que el profesorado madrileño no tiene capacidades o le faltan conocimientos para poder ejercer la profesión”.
Finalmente, Galvín constata que CCOO ha recibido “miles de quejas y reclamaciones, que tiene que ver fundamentalmente con los contenidos de las pruebas”, y reivindica “que de una vez por todas podamos vivir en las oposiciones docentes procesos que sean justos y transparentes”.