Tras las limitaciones de los dos últimos años por la pandemia, numerosos fieles se han congregado este Domingo de Ramos, 10 de abril, en el atrio de la catedral de Santa María la Real de la Almudena para bendecir sus ramos y palmas.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha participado este mediodía en la bendición de las palmas, acto que simboliza la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y que marca el inicio de la Semana Santa. Tras bendecir los ramos, los asistentes, entre ellos varios miembros del equipo de Gobierno y representantes de los grupos municipales, han procesionado hasta el interior de la Catedral de la Almudena donde el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha oficiado la misa del Domingo de Ramos.
Almeida ha animado a madrileños y visitantes de la ciudad “a disfrutar de una Semana Santa extraordinaria”, la primera que “vamos a poder celebrar con normalidad desde el inicio de la pandemia”, de la que ha destacado el “amplio programa de procesiones y de actividades culturales y ofertas de ocio para disfrutar de la ciudad”.
Por su lado, Osoro ha lamentado que estamos viviendo duros enfrentamientos como el de Ucrania o en otros lugares donde «hay hombres y mujeres que se matan los unos a los otros» y que «conocer a Jesucristo supone respetarse». «Nos convoca, nos alienta, a construir la familia humana no con la fuerza de los hombres, sino con la fuerza de Dios», ha abundado.
«Hagamos presente a Jesucristo en esta tierra. Hoy la humanidad necesita de Dios. El abandono de Dios hace que vivamos con otras fuerzas que no nos hacen más humanos, sino que deshumanizan nuestra vida». «Como se ve en el Evangelio -ha proseguido- Él sabe que se juega todo», pero «quiere entregar hasta la última gota de sangre para anunciar a los hombres que es en Dios donde está la salvación y donde está la vida». «Tú, Señor, nos has elegido a cada uno de nosotros para que hagamos presente con nuestra vida esa paz», ha concluido.