Siguiendo la tradición de venerar y dar culto a la imagen del Cristo de Medinaceli el primer viernes de marzo, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha visitado hoy la basílica homónima, a cuyas puertas se están congregando cientos de personas para ver la imagen.
Acompañado del concejal-presidente del distrito de Centro, José Fernández, Almeida ha puesto en valor el significado de esta tradición, “una de las más arraigadas en Madrid y que supone un día muy especial para la ciudad”, tanto para las personas que tienen fe “como para el conjunto de los madrileños”.
Asimismo, el alcalde ha destacado que el popular Besapiés del Cristo de Medinaceli “forma parte de nuestra historia y cultura, y, por tanto, también formará parte de nuestro futuro” y ha confesado que, este año, ha pedido “que finalice el sufrimiento, el drama y la tragedia de la pandemia y que sepamos afrontar la crisis económica y social todos juntos, siendo capaces de salir adelante sin dejar a nadie atrás”.
Cada año, el primer viernes de marzo, se celebra un popular Besapiés de la imagen al que acuden miles de madrileños devotos. Debido a la situación sanitaria, este 2022 tampoco es posible besar al Cristo, aunque sí se le puede tocar.
Cientos de madrileños hacen cola para reencontrarse con el Cristo de Medinaceli
Cientos de personas están haciendo este viernes cola, desde la medianoche, para volver a los pies del Cristo de Medinaceli, cuyo tradicional ‘besapiés’ tampoco se va a poder celebrar este año ante la situación epidemiológica por el coronavirus en Madrid, como ya ha ocurrido en los dos últimos años.
Se trata de un evento multitudinario con más de 80 años de tradición por el que pasan más de medio millón de personas en apenas 24 horas. Sin embargo, ante las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, finalmente no se hará por tercer año el besapiés, pero si se podrá visitar a la imagen e incluso puede que tocarla.
Sin embargo, y dado que no hay toques de queda ya, será la primera vez desde el comienzo de la pandemia en que los devotos están pudiendo acudir a la basílica desde la medianoche del 3 al 4 marzo a la medianoche del 4 al 5 de marzo. Además, se ha vuelto a dar acceso al público por las dos puertas laterales del templo, como se hacía habitualmente, de modo que los devotos llegarán a los pies del Señor en dos filas por las naves laterales y saldrán por el pasillo central.
El vicehermano mayor de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, Miguel Ángel Izquierdo, ha recordado que este año tampoco se podrá besar, pero quizá, dependiendo de la situación sanitaria, se pueda tocar. «Nosotros somos de contacto, y llevamos dos años sin tocarlo». A lo largo de las 24 horas de este viernes, 4 de marzo, se sucederán las Eucaristías, cada hora, puesto que la basílica permanecerá abierta durante todo ese tiempo.
El año pasado, Osoro le pidió a Jesús de Medinaceli en su homilía «que vuelva la alegría y la esperanza a esta archidiócesis de Madrid». Y se ha notado, confirma el vicehermano mayor: «hay muchas ganas y mucha ilusión; este febrero los viernes están siendo casi normales». De hecho, como corrobora el padre Benjamín, vuelven devotos que habían hecho parón estos dos años por la pandemia. «A medida que se han ido desescalando las sucesivas olas, está habiendo más movimiento de gente; están con ganas de volver».