El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un nuevo contrato de servicios de explotación y conservación de los túneles urbanos con control centralizado. El presupuesto base de licitación es de 44,5 millones de euros y la duración se ha establecido en tres años que podrán ser prorrogados hasta un máximo de otros dos. El inicio del contrato, dependiente del Área de Obras y Equipamientos, está previsto para el próximo mes de abril.
Actualmente, Madrid es una de las ciudades del mundo con un mayor número y longitud de túneles urbanos, lo que implica la necesidad de disponer de unos medios humanos y tecnológicos que permitan efectuar su correcto mantenimiento y conservación, así como detectar y atender de forma inmediata cualquier incidencia que suceda en su interior y afecte a los usuarios o a la infraestructura.
Casi 39 kilómetros de túneles
La finalidad de este contrato es mantener los 31 túneles actualmente conectados con el Centro de Control de Túneles e incluir otros 12 de pequeña longitud (menor a 200 metros) que se integrarán con la instalación de cámaras con detección automática de incidencias por medio de sistemas de visión artificial, sistemas de semáforos para controlar su cierre, detectores de vehículos y control de los sistemas de iluminación.
Con ello, Madrid incrementará de forma notable la seguridad de los túneles superando las exigencias básicas normativas y disponiendo de sistemas que permitan dar la mejor respuesta ante incidencias en los 38.759 metros lineales de túneles y una superficie de calzada de 426.786 m2, incluyendo las rampas de acceso. Estos túneles son los existentes, en su mayor parte, en el interior de la M-30 y excluyen los de esta vía de circunvalación.
El nuevo contrato aglutinará todas las necesidades de estas infraestructuras singulares, de forma que una sola empresa se hará responsable de todas las intervenciones en su interior como la gestión de los sistemas de cámaras, antiincendios y de ventilación, equipos de primera intervención para actuar frente a incidencias o la limpieza continuada de todas las calzadas y salidas de emergencia, así como el seguimiento continuado de todos los sistemas de drenaje para evitar la formación de balsas de agua y afecciones a la circulación.
Equipos de primera intervención
Asimismo, un aspecto importante del nuevo contrato será la exigencia de unos equipos de primera intervención en el interior de los túneles que actúen en las incidencias detectadas, mediante vehículos especialmente adaptados con los medios materiales necesarios para la ejecución de las reparaciones in situ y de forma inmediata. Estos grupos estarán formados por dos equipos de tres personas cada uno que actuarán durante las 24 horas distribuidos en los turnos de mañana, tarde y noche.
Estarán especializados en el control de sistemas y en obra civil de túneles y complementarán a los operadores del Centro de Control de Túneles situado en el complejo de AZCA que efectúan la vigilancia por medio de las cámaras, detectores de incendios y otros sensores durante las 24 horas los 365 días del año.
Por todo ello, Madrid se colocará en las mejores condiciones para garantizar el correcto funcionamiento de los túneles, incrementando con más medios sus sistemas de seguridad y de respuesta ante incidencias para minimizar las afecciones y disminuir de forma importante los tiempos en los que estas infraestructuras se encuentren cerradas o con limitaciones por cortes de carril.
Un modelo más racional
El contrato al que hoy se ha dado luz verde se une a los ya aprobados este año para la conservación de los pavimentos de la ciudad; el seguimiento de las incidencias asociadas; la atención, vigilancia y conservación de los pasos a distinto nivel y estructuras de la ciudad y para la inspección y seguimiento de actuaciones de los mismos.
En la actualidad, todos estos servicios se vienen prestando dentro de un único contrato integral; es decir, una única empresa es la responsable del mantenimiento de toda la ciudad. Por el contrario, a partir de ahora cada prestación irá por separado. De esta manera, se da cumplimiento a los Acuerdos de la Villa, que instan a “mejorar la conservación del espacio público transitando del actual modelo de concesión integral a un modelo racional de contratos de servicio”.