La población de cotorras argentinas, catalogadas por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente como invasoras, ha aumentado un 33 % de 2016 a 2019, pasando de los 9.000 ejemplares a los 13.000 en Madrid, según figura en el último estudio realizado por la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife.
Por ello, el Ayuntamiento de Madrid aprobó en julio el contrato de servicios de control y reducción de esta población, eliminando al 90% de ellas, y el gasto plurianual de 2,9 millones de euros, IVA incluido, como presupuesto del mismo para las anualidades de 2020 (382.000 euros), 2021 (1,5 millones de euros) y 2023 (un millón de euros). El plazo de ejecución es de 23 meses, iniciando su aplicación el pasado octubre.
Para ello, el servicio acordado se basaba en su «exterminio ético» mediante labores de captura de ejemplares adultos mediante diferentes métodos de trampeo y la esterilización y control de sus puestas (esterilización de huevos y colocación de nuevo en el nido de manera que imposibilite una segunda puesta). También se preveía el apeo de los nidos vaciados y su retirada al vertedero cuando se les haya capturado.
Sin embargo, vecinos del Parque de la Fuente del Berro han denunciado que la empresa contratada, Matinsa y Dypsa, está procediendo a su exterminio «a tiros». Una vecina ha llegado a grabar como dos hombres, uno de ellos con una carabina de aire comprimido al hombro, se pasean por el parque, previamente clausurado, dejando en su recorrido varios cadáveres de estos pájaros.
El Ayuntamiento de Madrid anunció que eliminaría a 11.000 ejemplares de cotorras, pero con un método ético. Una vecina ha grabado a dos personas matándolas así: a perdigonazos en el Parque de la Quinta de la Fuente del Berro.
¿De verdad?— Ibon Pérez (@ibonpereztv) November 25, 2021
El responsable de Medio Ambiente del Grupo Municipal Socialista (PSOE) en el Ayuntamiento de Madrid, Ignacio Benito, ha exigido al alcalde de la ciudad que “ponga fin a la carnicería que ha iniciado con las cotorras del Parque de la Fuente del Berro” y que puede extenderse a otras zonas de la ciudad.
Asegura que “en el Madrid de Almeida los salvajes no son precisamente los animales” y considera “absolutamente injustificado el uso de armas de fuego para acabar con estas aves: el método más cruel de todos los que pueden usarse”. Y hace hincapié a que “el Ayuntamiento está pagando 3 millones de euros a las empresas encargadas de controlar a las 13.000 cotorras censadas, 230 euros por ejemplar”, de modo que al menos puede pedírseles que utilicen métodos menos lesivos para las cotorras.
Recuerda que en febrero el PSOE llevó este asunto a la Comisión Permanente de Medio Ambiente ante el temor de que el Ayuntamiento pretendiera extinguir a los pájaros de un modo salvaje. “Propusimos paralizar las actuaciones por el gran impacto que tuvo “Filomena” sobre sus nidos” y, compartiendo la necesidad de reducir de manera drástica esta especie invasora, “defendemos que se haga por métodos no cruentos, como es la esterilización de los huevos”.
Advierte el edil que el Ayuntamiento está vulnerando el artículo 210 de la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente Urbano del propio Consistorio que prohíbe cazar cualquier tipo de animal, espantarlos, perseguirlos o permitir que lo hagan otros animales. La misma Ordenanza especifica que no se pueden tener utensilios destinados a la caza de aves, ni tiradores de goma, cepos o escopetas de aire comprimido, que es precisamente el tipo de arma que se ha usado.
“Vemos que el alcalde permite matar pichones en el Monte del Pardo y acribillar cotorras en la Fuente del Berro, va contra sus propias normas municipales y contra la razón, contra el mínimo respeto al bienestar animal”, concluye Ignacio Benito.
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¿Doscientos treinta euros por cabeza? Yo lo hago, y pongo carabina y plomo, por ciento quince.