Agentes de la Unidad de Medio Ambiente (UMA) de la Policía Municipal de Madrid han rescatado un buitre negro en el club de golf Puerta de Hierro, en el distrito de Moncloa-Aravaca.
El animal estaba asustado y desorientado a la llegada de los agentes, mostrándose irascible. Además, presentaba una herida en un ala, por lo que fue trasladado a un centro del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa) para su recuperación.
El buitre negro es un ave carroñera en peligro de extinción, concentrada en el Valle Alto del Lozoya, en la Sierra de Guadarrama. Aunque en 1997 únicamente había seis parejas de ejemplares en la Comunidad de Madrid, en la actualidad ya son 153. En el año 2020 se contabilizaron un total de 89 eclosiones de huevos, siendo el mejor año reproductivo de este animal en la región.
Se trata de la rapaz más grande de Europa y una de las aves más voluminosas de cuantas existen en el planeta. El adulto es de color pardo muy oscuro y luce una gola de plumas en torno al cuello; además, presenta la cabeza cubierta de un corto plumón marrón- grisáceo y la base del enorme y robusto pico (llamada cera) de color azulado.
El joven del año resulta mucho más oscuro y homogéneo que el adulto, ya que luce una librea muy oscura —parece negra a cierta distancia— y tiene la cabeza casi totalmente cubierta por un plumón negruzco; la base del pico, en su caso, es de tonalidad rosada.
En vuelo es inmenso, con unas alas largas, anchas y de bordes rectos que, a diferencia del buitre leonado, mantiene planas o ligeramente apuntadas hacia abajo cuando remonta o se desplaza. La cola es corta — aunque algo mayor que la del buitre leonado— y en forma de cuña.