El responsable de Medio Ambiente y Movilidad en el Grupo Municipal Socialista (PSOE), Ignacio Benito, ha denunciado que, según datos oficiales del Ayuntamiento de Madrid, “en 2020 no se ha interpuesto ninguna sanción a los propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus animales”.
Dejar las deyecciones caninas en las calles de la ciudad es una infracción grave que puede ser sancionada con multas de hasta 1.500 euros. “Es incomprensible que no se haya puesto una sola sanción a lo largo del año pasado cuando Madrid está minada de deposiciones de perros”, afirma el edil. Este problema ha aumentado durante este mandato. «Hay escasez de bolsas en las papeleras expendedoras, las motocacas han desaparecido de las calles y los servicios de limpieza en muchas ocasiones son reticentes a recoger estos residuos», incide.
Subraya Benito, además, que “el Gobierno municipal no persigue a los propietarios de perros que no recogen las cacas de sus animales y las dejan en calles, plazas, alcorques, zonas verdes o en cualquier sitio con total impunidad”, de modo que, en muchos casos, “no se puede andar más de 100 metros sin encontrarte una de estas deposiciones”.
Considera necesario que el Ejecutivo de Almeida y Villacís ponga en marcha cuanto antes medidas porque hay más de 250.000 perros censados “y se van a gastar 289 millones de euros de dinero público en limpieza viaria en 2021 sin actuar sobre esta problemática”.
El edil del PSOE solicita un Plan Urgente para reducir el volumen de deposiciones caninas en nuestra ciudad. Exige que las 63.400 papeleras de la capital dispensen bolsas para la recogida de excrementos, ya que ahora solo lo hacen 6.040, menos del 10% de total. Pide que se pongan en funcionamiento al menos 63 nuevas motocacas, tres por cada distrito, financiadas por las empresas concesionarias del servicio de limpieza. Las 16 que funcionan en Madrid, una por cada 15.000 perros, son totalmente insuficientes. Ese Plan también debería incluir programas de limpieza por baldeo específicos en los barrios más afectados.
Benito entiende que la responsabilidad de recoger las “cacas” de las mascotas es de sus dueños, pero “el Ayuntamiento tiene que perseguir con más rigor a los infractores” que, dejando los excrementos de sus animales en la calle provocan un importante riesgo sanitario para la ciudadanía, y mantener las calles limpias. “A día de hoy, es tan incívico en esta materia el Gobierno municipal como los propietarios de mascotas que no recogen sus deyecciones”, concluye Ignacio Benito.