El grupo municipal de Más Madrid ha denunciado «el autoritarismo y sinrazón» que la concejala de Cultura, Andrea Levy, «ha demostrado durante todo el proceso, y final aprobación» del reglamento del Consejo de la Cultura.
Más Madrid ha recordado que el Consejo de la Cultura fue un órgano creado en 2019 por el anterior gobierno municipal y que «contaba con un reglamento fruto de un largo y profundo proceso participativo con el sector cultural madrileño». El objetivo era que este Consejo «se convirtiera en un espacio que contribuyera a cristalizar la participación de la ciudadanía y el sector de la cultura en las políticas culturales», y que funcionara «como un órgano consultivo en el desarrollo de las políticas y acciones municipales».
El equipo de Gobierno municipal surgido de las elecciones de 2019, decidió no convocar dicho Consejo y aprobar un nuevo reglamento. En ese momento Andrea Levy se comprometió a aprobar un nuevo Consejo de Cultura solo si había consenso político y con el propio sector afectado.
«Más Madrid ofreció toda su colaboración al PP para consensuar este nuevo Consejo a pesar de entender que no era necesario llevar a cabo esta reforma», exponen. Sin embargo este ofrecimiento ha sido rechazado por el área de Cultura que «ha renunciado, a pesar de lo dicho por la concejala, no solo a tener en cuenta las sugerencias del grupo mayoritario de la ciudad, sino que tampoco ha establecido canales de diálogo con el sector cultural».
En concreto Más Madrid presentó cinco enmiendas que han sido rechazadas. El contenido de las mismas era el siguiente:
1.- Que se incorporen expresamente las siguientes funciones del Pleno del Consejo:
- Participación en las comisiones de valoración de subvenciones y los concursos de las direcciones artísticas de centros culturales.
- Participación en la elaboración del Plan Estratégico de la Cultura y en la de un código de buenas prácticas en la gestión cultural.
- Elaborar y elevar propuestas sobre temas relacionados con derechos laborales y sociales ligados al ámbito de la cultura, así como sobre las subvenciones y las ayudas que incidan en políticas empresariales y sociales.
2.- Que todos los colectivos del tejido cultural de la ciudad inscritos en el Censo Municipal de Entidades y Colectivos Ciudadanos, o cualquier otro registro de entidades culturales de alguna de las administraciones, puedan participar en el Consejo.
3.- Que, para evitar la politización del Consejo, el pleno de ese órgano esté integrado mayoritariamente por profesionales y miembros de entidades culturales que ejercerán con voz y voto y serán elegidos por periodos de dos años y equilibrio de género.
4.- Que a las sesiones pueda asistir público y sean retransmitidas en streaming, al igual que los plenos y comisiones del Ayuntamiento, para favorecer la transparencia de sus debates y decisiones y la participación de todo el sector cultural y la propia ciudadanía en su funcionamiento.
5.- Que la defensa del patrimonio cultural y el espacio público tengan una mesa específica en el Consejo.
Más Madrid lamenta que «una vez más el revanchismo del actual equipo de Gobierno sea más fuerte que los compromisos adquiridos con la Cultura Madrileña, lo que ha llevado a la aprobación de un nuevo Consejo que no cuenta ni con la unanimidad política ni con la del sector cultural, que ya en marzo mandó un escrito expresando su rechazo a la situación».