Una gran playa artificial, la más grande de Europa, a apenas 30 minutos del centro de Madrid y a 300 kilómetros del mar. Así se promociona el futuro macro-complejo de Alovera Beach, la llamada a ser la playa urbana artificial más grande de Europa y la primera de uso público.
Con la resolución favorable de la Dirección General de Economía Circular, el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Tajo y la aprobación del Pleno del Ayuntamiento de Alovera (con solo dos votos en contra, los de Unidas Podemos), el promotor del proyecto, Rayet Construcción SA, tiene previsto comenzar ya a construir esta gran playa.
Es más, según ha indicado la Dirección General no necesita someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria al estimarse que no tiene efectos significativos en el medio ambiente. Sin embargo, Ecologistas en Acción ya ha denunciado «el enorme impacto ambiental que provocaría una obra de estas características en la zona».
Tan solo faltan publicarse las condiciones para sacarlo a concurso público, ya que se construiría sobre un terreno municipal, pero la propia alcaldesa Purificación García incide en que, según los informes técnicos, “tendrían agua suficiente” y “avalan que el consumo está normalizado, justificado y autorizado”.
Grupo Rayet, compañía con amplia experiencia en el ámbito de la obra civil y en los servicios urbanos, se une a Crystal Lagoons, multinacional especializada en el diseño, construcción, ejecución y mantenimiento de playas artificiales en todo el mundo, para presentar su nuevo proyecto Alovera Beach, una playa artificial en el municipio de Alovera (Guadalajara), a menos de 30 minutos del centro de Madrid.
El proyecto, que cuenta con inversión privada de 15,6 millones de euros, se convertirá en la playa urbana artificial más grande de Europa, con un aforo para más de 12.000 personas. El elemento central será su gran lámina de agua cristalina de casi 25.000 metros cuadrados rodeada por una playa de arena de 15.000 metros cuadrados. La empresa promotora asegura que solo sería necesaria llenarla de agua la primera vez.
Este gran parque de ocio contará con cinco zonas diferenciadas, pero integradas: lámina de agua y playa, equipamiento deportivo y de entretenimiento, torres de toboganes y piscinas infantiles, escuela de vela y deportes náuticos (kayak, vela y paddle surf, entre otros), y servicios de restauración (restaurante, chiringuito y snack bars). Además, se ha proyectado una gran bolsa de aparcamiento con más de 1.000 plazas y se ha planificado el acceso mediante comunicación directa con la A-2 para no congestionar el núcleo urbano de Alovera.
“Alovera Beach representa un concepto innovador que transformará Alovera –ha explicado Félix Abánades, presidente de Grupo Rayet– y que posicionará al municipio en el mapa europeo de la tecnología, la innovación y la sostenibilidad, y como referencia única en actividades al aire libre”.
Alovera Beach se desarrollará dentro del sector I-15 Las Suertes, al sur del casco antiguo de Alovera y vinculado a los desarrollos residenciales del municipio, y servirá también para regenerar una zona medioambientalmente muy degradada con la creación de un gran parque verde a continuación del proyecto.
El Director General de Rayet Medio Ambiente, Antonio Puy, ha destacado la envergadura del proyecto que se levantará sobre un área de actuación de 105.000 metros cuadrados: “Además, Alovera Beach también supondrá la creación de casi 350 puestos de trabajo entre empleo directo e indirecto”.
El proyecto cuenta con la garantía, el soporte y la tecnología de Crystal Lagoons. Su Director Regional para Europa, Francisco Matte, ha destacado «la sostenibilidad de sus lagunas cristalinas cuyo mantenimiento supone un consumo muy bajo de recursos como agua y energía».
“La sostenibilidad de estos amenities acuáticos los hacen aún más atractivos. Una laguna cristalina típica usa 30 veces menos agua que un campo del golf estándar, y en muchos casos sólo se necesita agua de lluvia para llenarlas, en parte gracias a una tecnología de anti evaporación que reduce la cantidad de agua que se pierde por evaporación. Utiliza, además, sólo el 2% de la energía requerida por tecnologías de filtración estándar y 100 veces menos aditivos que éstas”, ha subrayado Matte.