El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha esta semana el plan integral especial para controlar la población de cotorra argentina y de Kramer en la ciudad con un conjunto de actuaciones que se van a desarrollar durante los próximos dos años.
El objeto del servicio es gestionar, reducir y controlar la población de estas dos especies de aves exóticas invasoras por el riesgo que entrañan: son vectores transmisores de enfermedades y generan problemas para la biodiversidad. Además, sus nidos suponen un grave peligro para los ciudadanos en caso de desprendimiento, ya que algunas de las nidificaciones de la cotorra argentina llegan a alcanzar hasta los 200 kilos de peso.
Madrid es el territorio donde se encuentra la mayor concentración de cotorras de toda España. Según se desprende del último censo elaborado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO) Birdlife en 2019, hay aproximadamente 13.000 ejemplares. Este dato ya reflejaba un aumento incontrolado de la población, pues en 2015 se contabilizaban un máximo de 7.000 cotorras, con lo que en cuatro años su presencia se ha incrementado un 85 %. Si se toma como referencia el año 2005, cuando se cifraba en 1.700 el número de ejemplares, el aumento representa el 665 %. La cotorra de Kramer alcanza en la actualidad los 770 ejemplares.
Diversa documentación científica avala la necesidad de una actuación rápida para controlar la expansión de estas aves por los riesgos que suponen para el ecosistema y la seguridad de las personas. Estas problemáticas, unidas a las elevadas quejas de vecinos que sufren las molestias ocasionadas por su comportamiento gregario, llevaron al Ayuntamiento de Madrid, amparado en el Real Decreto 630 de 2013 del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, a poner en marcha un estudio en 2019 destinado a cuantificar el número de ejemplares, analizar los potenciales efectos de estas especies y exponer las medidas más adecuadas para la prevención y corrección del riesgo.
Fruto de este estudio nace el plan integral que ahora se inicia y que establece un calendario de actuaciones que se van a centrar en actualizar el inventario de los nidos existentes en todo el municipio partiendo del último censo de SEO Birdlife, el control de las puestas, la esterilización de sus huevos, la captura de los ejemplares mediante diferentes métodos, la retirada de los nidos, el estudio sanitario de la población capturada (control biológico y veterinario) y su gestión veterinaria, garantizando en todas las fases el mínimo sufrimiento para la especie.
Aumento del 136 % en el número de quejas vecinales
El crecimiento del número de ejemplares de cotorras en la ciudad hace aumentar también el número de quejas vecinales al respecto. Desde el 1 de enero de 2018 hasta finales de marzo de este año se han registrado 1.139 reclamaciones de ciudadanos relacionadas con molestias acústicas o presencia de grandes nidos de estas aves. El mayor número se contabilizó en 2020, llegando a sumar 491 frente a las 374 de 2019 o las 208 de 2018 (66 en lo que llevamos de 2021). Esto supone un crecimiento de las quejas del 136 % de 2018 a 2020. Latina (172 reclamaciones), Usera (152) y Carabanchel (136) representan los distritos con mayor número hasta la fecha.
En el censo realizado en 2019 se localizaron 4.408 nidos en Madrid y su población se estimaba en un máximo de 12.975 ejemplares, lo que suponía casi un 50 % de la población nacional de cotorras. Donde más nidifican es en los árboles, fundamentalmente en la familia de las pináceas (81 %), sobre todo en cedros y, en menor medida, en pinos, seguido de árboles caducifolios (6 %), generalmente plátanos.
Madrid tiene 21 distritos que se dividen en 131 barrios. Se ha podido comprobar la presencia y nidificación de cotorras argentinas en 90 de ellos, prácticamente todos situados en la mitad oeste, donde hay más zonas verdes. El barrio con mayor población de cotorras es Abrantes, situado en el distrito de Carabanchel, donde se estima que hay hasta 1.142 (8,8% del total). El segundo barrio con mayor población es Ciudad Universitaria, en el distrito de Moncloa-Aravaca, que cría una población de 890-1.031 ejemplares (7,9 %). Le siguen por orden de importancia numérica, Las Águilas y Lucero, de Latina, y Casa de Campo, de Moncloa-Aravaca, con poblaciones entre 500-1.000 cotorras. Entre estos cinco barrios acumulan aproximadamente un tercio de la población del municipio de Madrid.
Actuaciones contempladas en el servicio
Las empresas adjudicatarias del servicio, Matinsa y Dypsa, deberán revisar los nidos de estas especies para inventariar su censo y el número de ejemplares. Esta labor se desarrollará durante los tres primeros meses y facilitará la planificación correcta de los trabajos de control de puestas y su población.
En una segunda fase, que se desarrollará de manera solapada con la anterior, se llevará a cabo la esterilización de los huevos para su inviabilidad y la colocación de los mismos de nuevo en su lugar para evitar nuevas puestas. Es la técnica más efectiva, ya que el control de las puestas reducirá la tasa de renovación e incremento de la población de cotorras. Esta intervención se ejecutará hasta el mes de agosto, coincidiendo con el ciclo de puesta y nacimiento de las aves.
Las empresas procederán en paralelo desde el inicio del contrato a la reducción de la población actual mediante la captura de ejemplares con jaulas-trampa y redes. Todos los métodos empleados respetarán la normativa de bienestar animal.
El apeo de los nidos se realizará durante toda la vigencia del contrato retirando solo aquellos que supongan un riesgo para el ciudadano o para la estructura que lo soporta. La eliminación de nidos vacíos se llevará a cabo en el segundo año hasta la finalización del contrato.
Estudio epidemiológico
Por primera vez, el Ayuntamiento de Madrid llevará a cabo un control biológico-sanitario pionero, debido al gran volumen de la muestra, con estudios veterinarios sobre los ejemplares capturados. Se realizarán muestreos aleatorios para comprobar el estado sanitario de la población de cotorra argentina. Esta acción permitirá seguir profundizando en el estudio de esta especie como vector propagador de enfermedades para estar prevenidos ante posibles brotes zoonóticos. La vigilancia epidemiológica y los análisis sanitarios en determinadas especies de fauna juegan un papel primordial de cara al establecimiento de alertas sanitarias tempranas ante la aparición de brotes de enfermedad, tanto en animales (a modo de centinelas) como en personas.
Análisis previos realizados en el municipio han evidenciado la presencia, entre otros, de agentes infecciosos zoonóticos tales como Chlamydophila psittaci, Escherichia coli enteropatogénica y Campylobacter jejuni, una de las zoonosis alimentarias más frecuentemente detectadas en la UE en distintas especies de aves que conviven con los humanos en entornos urbanos (cotorra argentina, paloma común y patos híbridos). El Ayuntamiento quiere conocer los riesgos sanitarios no sólo para los operarios y usuarios de los parques, sino particularmente y dentro del conjunto de la ciudadanía, los existentes para individuos con problemas inmunitarios o aquellos estratos más jóvenes de la población susceptibles de infecciones por dichos agentes.
Aunque se han hecho diversos estudios epidemiológicos en otros países, principalmente orientados a la detección de Chlamydia sp. (psitacosis) con muestras menores, no se ha atendido al control de otras posibles zoonosis emergentes relacionadas con las cotorras como las que se establecen en el Plan de Vigilancia y que podrán llevarse a cabo con éxito gracias al tamaño de la muestra esperada en Madrid, lo que será de utilidad para los programas preventivos de salud pública en grandes núcleos urbanos.
Gestión de los ejemplares capturados
Al tratarse de una especie exótica invasora (EEI), tal y como se cataloga en la Ley 42/2007 sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad y el Real Decreto 630/2013 por el que se regula el catálogo español de EEI, los ejemplares capturados no pueden ser reintroducidos al medio natural, por tanto, se procederá a practicar la eutanasia a los animales, actuación que realizará un veterinario de forma rápida, indolora, empleando métodos que garanticen el mínimo sufrimiento y de manera individual.
Las empresas encargadas del servicio llevarán a cabo seguimientos mensuales de los trabajos realizados y presentarán memorias de actividad de manera mensual para cada una de las zonas de trabajo con el objeto de controlar el avance del proyecto.
Efectos negativos sobre la biodiversidad
Las cotorras ejercen un efecto muy negativo para la diversidad biológica nativa por su comportamiento invasor, compitiendo por el alimento con otras especies, desplazando a autóctonas como los gorriones; también por la modificación de los hábitats y los daños provocados sobre los tallos y brotes tiernos de la vegetación que emplean para hacer sus nidos.
Existen claros informes técnicos para el manejo efectivo de la invasión biológica de las cotorras argentinas como el elaborado para el Ayuntamiento de Madrid por SEO/Birdlife y las conclusiones recogidas por la Mesa Técnica sobre Fauna Silvestre en el Medio Urbano organizada por la Asociación Española de Veterinarios Municipales (AVEM), entre otros. Los resultados científicos que sustentan el plan de control son contundentes y cuentan con el apoyo de la Universidad Politécnica y la Universidad Complutense de Madrid.