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La Comunidad de Madrid ha presentado su proyecto Vigía para detectar COVID-19 en aguas residuales ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en el transcurso de una reunión sobre la implementación de los objetivos y las metas relacionados con el agua, dentro del marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En el encuentro celebrado hoy se ha debatido sobre el cumplimiento y la aplicación del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 relacionado con el agua y saneamiento. Todo ello en el marco de la celebración del Día Mundial del Agua que se celebra el próximo 22 de marzo.
En este escenario, en el que la irrupción del COVID-19 ha supuesto un desafío para las autoridades mundiales, la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, ha explicado ante la ONU, vía telemática, cómo la pandemia “ha evidenciado aún más la importancia del agua conectada a otros ODS, especialmente a los que tienen que ver con la salud y el bienestar de las personas”.
En este sentido, la consejera ha explicado cómo en la Comunidad de Madrid “hemos puesto el agua al servicio de la salud, analizando la presencia del COVID en aguas residuales a través de PCR”, y cómo “hemos desarrollado el mayor sistema de alerta temprana que se conoce a día de hoy, rastreando cada semana al 100% de la población de la región”.
Además, ha subrayado que se trata de una herramienta “que anticipa la evolución de la pandemia y sirve para la toma de decisiones sanitarias, reduciendo el impacto en la vida y la economía”.
El agua al servicio de la salud y el bienestar
La consejera ha reiterado que Madrid “es motor económico de España”, además de “un ejemplo en el cuidado de recursos naturales, como lo demuestra nuestro compromiso con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible”.
La aparición de la pandemia ha evidenciado la necesidad de garantizar el cumplimiento de las metas propuestas en el ODS 6 y como están interconectados con el ODS 3, vinculado a la Salud y el Bienestar, y el ODS 1, relativo a la lucha contra la Pobreza.
La Comunidad de Madrid, a través de Canal de Isabel II, ha logrado cumplir con las metas del ODS 6 acercando el agua y el saneamiento a los hogares de los madrileños mediante una red de infraestructuras que incluye 13 embalses, 14 estaciones de tratamiento de agua potable (ETAP), 17.700 kilómetros de redes de abastecimiento, 157 estaciones depuradoras de agua residual (EDAR), 15.560 Kilómetros de redes de saneamiento y 656 de red de agua regenerada.
Análisis de aguas residuales
Ejemplo del compromiso de la Comunidad de Madrid en el cumplimiento del OSD 6 y su vínculo con la salud y el bienestar recogidos en el ODS 3 ha sido la puesta en marcha, en abril de 2020, del sistema Vigía, a través de Canal de Isabel II, para detectar la presencia de restos de COVID-19 en aguas residuales no depuradas.
Este sistema permite a las autoridades anticipar la incidencia del virus allá donde se esté produciendo, así como el análisis y la interpretación de los datos recabados y para la gestión de la pandemia. Una herramienta que ha permitido anticipar la llegada de la segunda y la tercera ola de la pandemia en la Comunidad de Madrid con las consiguientes tomas de decisiones efectivas para preservar la salud pública.
Con ello se ha dado cumplimiento al mandamiento de la ONU para que las decisiones tomadas por los gobiernos regionales y locales ayudasen a amortiguar el impacto de la pandemia en las personas, en sus medios de vida y la economía, minimizando con ello los daños causados.
Así, este proyecto del Gobierno regional ha permitido realizar, hasta la fecha, más de 9.000 análisis. Los técnicos de Canal recogen 300 muestras semanales, en 289 puntos de saneamiento de la red, lo que equivale a una media de 65 muestras al día o haber rastreado ya 35 veces el 100% de la población de la Comunidad de Madrid.
Este proyecto, único por su extensión y cobertura, cuenta con 15.000 kilómetros de redes, y da servicio a 6,7 millones de habitantes, y tiene, además, una amplia capacidad de muestreo en el sistema de alcantarillado de la región, donde hay un total de 420.000 pozos.
En este sentido, las muestras tomadas en los 289 puntos seleccionados por un equipo multidisciplinar formado por 25 profesionales entre virólogos, matemáticos y estadísticos, elabora los resultados de las muestras recogidas y los pone a disposición de la consejería de Sanidad para su interpretación y toma de decisiones, a través de un mapa que le permite rastrear el virus. Su capacidad de rastreo equivaldría a realizar decenas de miles de PCR a la población, porque permite identificar las zonas donde hay más presencia de coronavirus.
De ahí que la Comunidad de Madrid quiera compartir y realizar una transferencia de conocimientos con otras regiones y países, especialmente los países en vías de desarrollo, donde las pruebas masivas son complicadas de realizar a la población o no se cuenta con los recursos necesarios. Este tipo de análisis de aguas residuales puede contribuir a la toma de decisiones sanitarias que sean más efectivas y ayudar a disminuir los contagios y conocer las zonas más afectadas.
Apuesta por la salud
La Comunidad de Madrid, apuesta, además, por el desarrollo tecnológico para defender de forma eficaz la salud de los ciudadanos. De ahí, que se haya creado un laboratorio genómico propio integrado en la empresa pública Canal de Isabel II para analizar las muestras de aguas residuales no depuradas para la detección del virus.
Además, el análisis de las aguas residuales puede abrir una nueva vía de estudio para la salud pública, ya que de manera habitual contienen restos biológicos de todo tipo de virus, como rotavirus, adenovirus, hepatitis o enterovirus.