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La Comunidad de Madrid, a través de Canal de Isabel II, hará públicos semanalmente los datos de presencia de coronavirus en las aguas residuales de la región. A través de un mapa con los distintos municipios de la región, distritos y calles de la ciudad de Madrid, los ciudadanos podrán conocer la tendencia de la presencia del virus en la zona seleccionada.
Así lo ha anunciado hoy la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, en la presentación de esta herramienta de visualización en el Centro de Control de la empresa pública en Majadahonda, y que es “un elemento más de consulta en el que poder ver la evolución y tendencia de la presencia del virus en su lugar de residencia o de trabajo, entre otros, a disposición de los madrileños”, ha afirmado la consejera.
Los responsables del sistema VIGÍA para la detección temprana de coronavirus en aguas residuales han desarrollado un mapa de visualización en el que, a través de un código de colores, se podrá conocer la tendencia en cada zona, la fecha del último análisis validado, el indicador de la presencia del virus y un valor comparativo del último dato con respecto a los anteriores en ese mismo punto.
La actualización de este mapa se realizará semanalmente y, además, se acompañará con un informe resumen, que incluirá la tendencia general de la presencia en los municipios de la Comunidad de Madrid, en la ciudad de Madrid y en la variación en los 289 puntos de alcantarillado y depuradoras donde se toman muestras. Todos estos datos estarán disponibles cada martes en www.canaldeisabelsegunda.es.
Martín ha destacado la importancia del sistema VIGÍA en la gestión de la pandemia en la región, “ya que se ha convertido en una herramienta muy valiosa para la toma de decisiones de las autoridades sanitarias y ha logrado adelantar las dos últimas olas del COVID en la Comunidad”.
La publicación de esta información es un paso más en la consolidación del sistema VIGÍA, que se convertirá en una red permanente de monitorización al servicio de la sanidad pública y que cuenta, para ello, con un laboratorio de genómica donde poder analizar, en caso de que fuera necesario, otro tipo de virus en las aguas residuales.
El sistema VIGÍA es el mayor sistema de vigilancia temprana de la COVID-19 mediante el análisis de aguas residuales que se está desarrollando en España. La iniciativa supera a otras similares que hasta la fecha se han desarrollado en el país, tanto por el número de puntos de muestreo como por la población a la que se presta servicio: cubre 179 municipios, la totalidad de la región, con 6,8 millones de habitantes.
Laboratorio genómico
La red permanente de alerta en aguas residuales frente al COVID-19 del proyecto VIGÍA se realiza a través del laboratorio de genómica de Canal de Isabel II, donde se podrían analizar todo tipo de virus.
Canal de Isabel II ha destinado cerca de cuatro millones de euros al sistema VIGÍA y destinará otros 900.000 euros a este laboratorio de genómica, que contará con cinco centrífugas, dos cabinas PCR, una cabina de seguridad biológica, tres termocicladores, dos robots purificadores, un equipo de enfriamiento de muestras, una centrífuga de tubos y una lámpara doble de luz UV, entre otros dispositivos.
Asimismo, contará con fungibles, reactivos y kit de análisis de muestras. El equipo de personas destinado a la planificación y desarrollo de estos estudios para la salud pública es de 20 personas, con perfiles técnicos y científicos.
A partir de marzo, que estará a pleno rendimiento, el laboratorio de genómica aumentará su capacidad de análisis semanales de 40 a 100, una cifra que respondería a las necesidades de vigilancia de virus en situación de normalidad. Ahora, y a consecuencia de la pandemia, esta labor se completará con otros análisis externos para poder dar respuesta a la demanda de información y ofrecer la mayor cantidad de datos posibles para la gestión sanitaria. Hasta la fecha se han realizado más de 9.000 análisis, tomando muestras en los 289 puntos establecidos en la región.
Además, en las últimas semanas, se están tomando muestras para tratar de detectar las distintas mutaciones de COVID-19, es decir, la cepa británica, sudafricana o la brasileña. En ese sentido, los técnicos de Canal están en contacto con laboratorios y expertos para ver qué metodologías podrían superar las barreras existentes a día de hoy para detectar y cuantificar estas variantes en las aguas residuales.