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La Consejería de Sanidad se ha reunido hoy con los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial para analizar la adscripción temporal de personal al Hospital Enfermera Isabel Zendal ante el aumento de actividad por COVID-19.
El centro atiende en estos momentos a 420 pacientes, siendo el que tiene más ingresados por esta patología, y asciende a casi 800 las personas tratadas desde su apertura. A día de hoy, el Pabellón 2 se encuentra a pleno rendimiento y ya se han activado tres controles del Pabellón 1.
En la reunión de hoy han participado los secretarios generales de los sindicatos CCOO, UGT, CSIT, SATSE y AMYTS, así como el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Juan González Armengol, y la directora general de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad, Raquel Sampedro para analizar el escrito emitido por los cinco sindicatos ante la adscripción temporal de personal al nuevo hospital debido a la actual situación de la pandemia por COVID-19.
En dicho escrito los cinco sindicatos denuncian que «se está trasladando personal de forma forzosa, bajo presión y habiendo puesto en marcha penalizaciones unilateralmente impuestas por la Administración». Con ello, los profesionales que no acepten ir al citado hospital verán rescindidos sus contratos.
Inciden en que los llamados contratos COVID «no son utilizados para la atención de esta pandemia exclusivamente, existiendo muchísimos contratos que lo que hacen es cubrir las carencias estructurales de plantillas, mejorar contratos precarios, ausencias no cubiertas, descansos maternales, mejoras de contratos al 50%, etc.».
«Siempre nos hemos posicionado en contra de la necesidad de este nuevo hospital, no por entender que no sea necesario aumentar las camas hospitalarias, sino por el momento, el elevado coste, la oportunidad perdida para invertir ese dinero en reforzar la Atención Primaria, contratación de rastreadores, apertura de camas instaladas no funcionantes o habilitar todos los espacios cerrados de algunos hospitales», han subrayado.
También han manifestado su exigencia por dotar a este nuevo hospital de plantilla propia, y «en todo caso, si se desplazase plantilla de los hospitales, que se sustituyeran todos y cada uno de los desplazados». «La política de castigo nos parece absolutamente rechazable y un insulto a los profesionales que durante esta pandemia han realizado un sobreesfuerzo que en esta comunidad autónoma no ha sido recompensado».