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La Asesoría Jurídica del Sindicato de Enfermería en Madrid está ultimando una denuncia por considerar que los traslados «forzosos» que se están comunicando a distintos profesionales de Enfermería y Fisioterapia con contrato COVID y que están trabajando actualmente en los hospitales del SERMAS (Servicio Madrileño de Salud) “no se están ajustando a la normativa vigente”.
De igual forma, SATSE Madrid ha vuelto a subrayar «la necesidad de que el Hospital Enfermera Isabel Zendal cuente con una plantilla estable y propia ya que con la fórmula elegida para su puesta en marcha lo único que ha hecho es trastocar toda la programación de los hospitales del SERMAS que contarán con menos profesionales para atender las necesidades asistenciales de los madrileños con lo que aumentarán, aún más, las listas de espera y el descontento de los usuarios que no comprenden el motivo por el que no se les atiende».
En este sentido, SATSE Madrid ya ha presentado más de 12.000 escritos en la que los profesionales de Enfermería y Fisioterapia del SERMAS indican que no están dispuestos a trasladarse al Hospital Enfermera Isabel Zendal y que consideran que «debería contar con una plantilla estructural propia».
El Sindicato de Enfermería reitera que el nuevo centro “no es seguro” ya que «desconocemos si existe un Plan de Prevención de Riesgos Laborales o si se ha llevado a cabo la evaluación de riesgos de cada puesto de trabajo, imprescindible ante la puesta en marcha de un nuevo espacio sanitario». “No sabemos, en definitiva, qué pasará si hay un accidente de trabajo, muy habitual entre los profesionales de Enfermería y/o Fisioterapia, o si el trabajador estará protegido ya que desde la Administración la opacidad y la ocultación es la norma general”, han incidido.
“Lo único que sabemos, y por información de los propios trabajadores, es que se está contactando con enfermeras y fisioterapeutas de algunos hospitales para informarles que se tienen que trasladar de forma forzosa al Hospital. A algunos les están explicando que, cuando les avisen (con 24 o 48 horas de antelación) tendrán que desplazarse al nuevo centro para prestar su labor asistencial. Nada más”, explican desde SATSE Madrid.
La incógnita es para SATSE «cómo van a solventar la falta de profesionales en los centros de origen ya que la presunción es que no se cubrirá ninguna ausencia y serán los propios compañeros los que tendrán que suplir su falta». “El desprecio hacia la salud de los trabajadores, que la Administración debería proteger, es absoluto ya que no les importa que sigan con elevado niveles de estrés, que tengan que prolongar sus jornadas para poder cubrir las ausencias o que se les impidan disfrutar de sus libranzas bajo el paraguas de ‘necesidades del Servicio’”.
«La realidad, que muchas enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas verán canceladas sus libranzas ya que, ante la salida de compañeras, deberán cubrir sus ausencia y para hacerlo tendrán que desprogramar sus vacaciones y/o festivos», exponen.
Un centro sanitario que «no es necesario»
Desde el Sindicato de Enfermería se considera que la puesta en marcha del Hospital Enfermera Isabel Zendal “es ahora mismo más un tema propagandístico que sanitario. Con la evolución actual de la Covid en Madrid no es necesario ya que si hay un espacio que sufre una elevada presión asistencial son las UCIs y éste centro no las abrirá para atender la demanda existente”.
«Tampoco liberará de presión al resto de hospitales- añaden desde SATSE- ya que la presunta liberalización de espacios asistenciales para abordar patologías no COVID no solo no se está produciendo de forma generalizada y dudamos que se produzca a corto plazo, tal y como se está planteando desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, ya que en los hospitales del Sermas siguen funcionando camas COVID que no se van a trasladar a otro espacio asistencial como es el Hospital Enfermera Isabel Zendal”.
“Además -finalizan desde SATSE Madrid- seguimos sin entender cuál es el motivo sanitario para no abrir los espacios existentes en los hospitales de Madrid y proporcionar, además, camas y UCIs extras que permanecerían en el Sistema Sanitario madrileño y apostar por un espacio sanitario de dudosa efectividad y con una vida determinada a la pandemia de la COVID”.