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Metro de Madrid inició el pasado 20 de agosto del 2018 las obras de ampliación, conexión y accesibilidad de la estación de Metro de Gran Vía, que da servicio a las líneas 1 y 5 del suburbano. Las obras también van a servir para conectar con Gran Vía la estación de Cercanías de Sol a través de un nuevo túnel que tendrá una longitud de 85 metros y 5,5 metros de anchura.
Dichas obras han entrado en su recta final ya que, a pesar de que estaba prevista su reapertura al público en 8 meses, para antes del verano del 2019, a causa del hallazgo de varios vestigios arqueológicos se han producido suvesivos retrasos que han hecho que la reapertura definitiva sea para el verano del 2021.
Tras varios meses de obras, se halló primero la estructura del ascensor original que diseñó el arquitecto Antonio Palacios en dicha estación, lo que obligó a dilatar los plazos al verse obligados a garantizar la conservación de este patrimonio. En segundo lugar, ya a mediados del año pasado, se encontraron restos de la estación original, que también han de ser preservados, ocasionando nuevos retrasos.
La actuación principal de las obras es la ampliación de la estación de Gran Vía, que cuenta con 908 m2 de superficie y pasillos de reducidas dimensiones para dar servicio a los 44.000 viajeros que la utilizan a diario. La solución propuesta pasa por crear una estructura subterránea que duplicará el espacio disponible hasta los 2.000 m2, reubicando los tornos y otros elementos para mejorar la distribución de los usuarios.
Las obras también van a servir para conectar con Gran Vía la estación de Cercanías de Sol, uno de cuyos pasillos discurre bajo la calle Montera. Ahora se va a salvar esta distancia para conectar el pasillo con los andenes y vestíbulos de Gran Vía, lo que creará un eje que descongestionará la estación de Cercanías de Sol –una de las más utilizadas de la red–.
El nuevo túnel tendrá una longitud de 85 metros y 5,5 metros de anchura, y permitirá a los viajeros de la línea 5 tener una conexión directa con la parada de Cercanías de Sol, favoreciendo así la movilidad de los 23.000 viajeros que a diario utilizarán este nuevo pasillo, que será acondicionado por ADIF.
Inaugurada el 17 de septiembre de 1919 con el nombre de Red de San Luis, a pesar de sus sucesivas reformas la estación de Gran Vía presenta una serie de carencias que las obras proyectadas por el Gobierno regional, incluidas en el Plan de Accesibilidad 2016-2020 de Metro de Madrid, va a resolver.
Los «tornos del futuro»
La estación de Gran Vía será la primera de la red de Metro que contará con un nuevo modelo de tornos de entrada, desarrollado y patentado por la compañía en el marco del proyecto tecnológico de Estación 4.0. Con este objetivo, ya se ha adjudicado el primer concurso de este nuevo sistema de control de accesos, que incluye asimismo la instalación de máquinas de venta de títulos en la estación.
Los nuevos tornos tienen un diseño futurista y, para mejorar la calidad del servicio, presentan un mayor número de funcionalidades en el ámbito del control de acceso, ergonomía e información al usuario.
El proyecto aprobado incluye, además, la instalación de máquinas de venta automática en la estación de Gran Vía, así como la adquisición de equipos convencionales de venta y acceso que se destinarán a ampliar el número de tornos de otras estaciones de la red y a realizar pruebas internas que permitan homologar productos en el marco del programa de transformación de la Estación 4.0.
La estación de Gran Vía contará con un total de 21 nuevos tornos y diez máquinas de venta automática, una vez concluya la reforma de la misma. El equipamiento contempla también el software y la centralización de funcionalidades. La inversión global será de más de 2,7 millones de euros.
Su desarrollo ha sido fruto de la investigación y trabajo de profesionales de Metro de Madrid, tras un exhaustivo análisis de las necesidades de los usuarios, que ha permitido llegar a un diseño definitivo, patentado a nivel europeo.
Las nuevas características
Los futuros tornos estarán totalmente adaptados a personas con algún tipo de discapacidad. Dispondrán de pantallas de información, altavoz, paneles LED y un sistema de validación del billete muy fácil, entendible y visible.
A través de colores que iluminan tanto la zona de validación como diversos elementos del torno, los clientes sabrán en todo momento el estado del equipo y si han validado correctamente su acceso. Además, su fácil mantenimiento y cambio de repuestos permitirá reducir el coste destinado a este fin durante todo su ciclo de vida, con el consiguiente ahorro para la compañía.
Estación 4.0
Los nuevos equipos plasman la «revolución tecnológica» en la que está embarcada Metro de Madrid, bajo la denominación de Estación 4.0. En este proyecto se incluye la modificación de los elementos de las estaciones, el tren digital, el nuevo puesto de mando, un centro de procesamiento de datos global, un centro de homologación y una potente red de comunicaciones (RailNet) para conectar todos estos pilares.
El objetivo final es «seguir manteniendo la máxima calidad en el servicio y dar respuesta a nuevas demandas de los clientes, siempre con eficiencia y eficacia». Para ello, Metro de Madrid está apostando por la Industria 4.0, el Big Data, el internet de las cosas, la tecnología 5G, la inteligencia artificial y el mantenimiento predictivo como herramientas para «mejorar la movilidad de los ciudadanos y hacer un servicio público más sostenible».