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Cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros. Esta cifra supone que uno de cada diez nacimientos en el planeta se producen antes de llegar a término. En España, la incidencia de los partos prematuros es de un 7,5 %; es decir, más de 24.000 bebés son pretérmino.
De estos, 3.000 llegan al mundo con menos de 32 semanas y/o muy bajo peso y más de 1.000 nacen con un peso inferior a un kilo. En este contexto, el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en colaboración con Nestlé, han puesto en marcha Preemie, un estudio clínico único en Europa que tiene la voluntad de mejorar el tratamiento nutricional que reciben estos pequeños porque será clave para garantizar su correcto desarrollo y crecimiento.
El mejor alimento para un bebé y también para los prematuros es la leche materna de la propia madre o, en su defecto, de un banco si la de la propia madre no está disponible o es insuficiente. “Hoy sabemos que cada madre tiene la leche óptima para su bebé en cada momento ya que la composición de los nutrientes de la leche materna va adaptándose a cada etapa del lactante. Lo que ocurre es que el prematuro tiene unas necesidades nutricionales elevadas y, en ocasiones, la composición de la leche materna o de banco, no le aporta todos los nutrientes que necesitaría para su correcto desarrollo y crecimiento”, expone el doctor Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón y co-investigador del estudio.
Por este motivo, la leche materna o de banco necesita ser fortificada, es decir, enriquecida con macro y micronutrientes. Hasta el momento, la nutrición que se ofrecía a estos bebés era estándar para todos los lactantes prematuros. Sin embargo, no todos los prematuros son iguales y los expertos han detectado que, depende del grado de prematuridad, el aporte de proteínas generalizado puede ser insuficiente o excesivo.
Ahora, por primera vez, los bebés prematuros que participan en este estudio clínico, liderado por el Hospital Gregorio Marañón, y que cuenta con la colaboración de Nestlé, están recibiendo un tratamiento nutricional personalizado en función de la semana de gestación en la que han nacido y del momento de la lactancia en el que se encuentran. El objetivo es analizar y conocer los beneficios de un aporte de proteínas específico para cada caso haciendo especial hincapié en aquellos prematuros con un peso más bajo (menos 1.000 gramos)
“Estamos muy contentos de sumar esfuerzos y colaborar con un equipo médico de referencia en España en este estudio. Para nosotros, la alimentación infantil está en nuestro ADN desde que, hace más de 150 años, se elaborase la primera harina lacteada con la voluntad de mejorar la alimentación de los recién nacidos de la época. Desde entonces, apostamos de forma constante por la investigación con el propósito de desarrollar todo el poder de la alimentación para mejorar la calidad de vida de las personas y, en esta ocasión, especialmente de estos pequeños valientes”, destaca Fernando Carvalho, director de Nutrición Infantil de Nestlé España.
De momento, el estudio ha comenzado con el seguimiento de una veintena de casos y aspira a llegar a cerca de 90 pequeños con la intención de tener resultados concluyentes a finales de 2021.
“Es un orgullo poder desarrollar este estudio; el primero de nuestra nueva Unidad de Nutrición del Servicio de Neonatología del Gregorio Marañón que inauguramos hace dos años y que nos da el empuje necesario para consolidar nuestro ambicioso proyecto de nutrición personalizada. Esperamos poder mostrar que la nutrición personalizada funciona, que obtenemos resultados de crecimiento en prematuros y mejores datos clínicos que con los protocolos habituales que se aplican a bebés nacidos antes de la semana 32 de gestación”, afirma Manuel Sánchez Luna.