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La ciudad de Madrid volverá a homenajear a los diez bomberos fallecidos en el incendio de los Almacenes Arias, ocurrido en 1987 y del que ahora se cumplen 33 años. El acto se celebrará a partir de las 10 de la mañana de este viernes, 4 de septiembre, en la céntrica plaza del Carmen. Debido a la pandemia de coronavirus, se prevé que el evento sea modificado y reducido respecto a años anteriores.
Al acto asistirá el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a la delegada del Área de Portavoz, Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz; el concejal-presidente del distrito de Centro, José Fernández, y representantes de los distintos grupos municipales (Más Madrid, PP, Ciudadanos, PSOE y Vox).
El acto comenzará con una ofrenda floral en la que 12 bomberos –uno por cada parque de la ciudad de Madrid-depositarán frente a una placa homenaje un ramo de diez rosas en memoria de cada uno de los compañeros fallecidos.
A continuación, José Luis Martínez-Almeida colocará una corona de laurel. Tras la ofrenda se guardará un minuto de silencio y se leerá un poema. El acto finalizará con una pieza musical interpretada por la Banda de Música de la Policía Municipal.
Ya en el acto del año pasado Almeida expuso que “sin duda, el de aquellos diez bomberos fue un acto de heroísmo, como también lo fue el de sus compañeros que, aunque llevaban varios días realizando jornadas de trabajo de 20 horas diarias, no descansaron ni un minuto hasta encontrar a sus compañeros, sepultados en los escombros tras el derrumbe de los Almacenes Arias”.
El alcalde añadió que aquellos días “dramáticos demostraron además lo que es una característica muy distintiva del pueblo madrileño: la solidaridad. Los vecinos, los comercios cercanos se pusieron al servicio del Cuerpo de Bomberos aquellos días. Yo hoy no puedo más que mostrarles mi gratitud”.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, recordó en dicho acto que estos bomberos “perdieron la vida por hacer un trabajo que es absolutamente vocacional: salvar la vida de otras personas. Creo que es un trabajo que hay que valorar y que hay que agradecer y eso es lo que estamos haciendo hoy, reconocer el trabajo de estas personas que a diario arriesgan su vida por salvar la de otros ciudadanos”.
Una placa en la fachada del edificio que se levantó en el lugar donde estuvieron los almacenes, en el número 31 de la calle de Montera, recuerda a los diez bomberos que fallecieron mientras realizaban tareas de extinción en el edificio que ocupaba el comercio.
La noche del 4 al 5 de septiembre de 1987 estalló un incendio que, al cabo de unas horas y cuando ya parecía controlado, provocó el derrumbamiento de parte de la construcción. Las tareas de rescate de los bomberos que quedaron atrapados en el interior conmocionaron a todos los madrileños.