El Instituto de Medicina Legal, conocido como «donut» de la Ciudad de la Justicia de Valdebebas, y que funciona desde el pasado 30 de marzo como depósito de cadáveres provisional como consecuencia de la alerta sanitaria, ha recibido ya un total de 592 fallecidos por coronavirus COVID-19 desde que entró en funcionamiento el pasado 30 de marzo.
En estos momentos esta morgue provisional acoge en sus instalaciones a 90 cadáveres por lo que mantendrá su actividad de momento, tal y como ha informado la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid.
La Comunidad de Madrid procederá a calursurar este miércoles el Palacio de Hielo de Madrid habilitado el pasado mez de marzo como recinto temporal y extraordinario habilitado para recibir a fallecidos por el coronavirus COVID-19.
Esta instalación es una de las tres habilitadas para acoger cadáveres ante la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19. La Comunidad cerró el 19d e abril la morgue del Palacio de Hielo de Madrid tras recibir a 1.145 fallecidos por COVID-19
Esta infraestructura, que durante casi un mes ha contribuido a afrontar las consecuencias de la pandemia, ha acogido a 1.145 personas fallecidas, pero debido a las menores necesidades de los servicios funerarios de la región, el Gobierno madrileño decidió acometer su cierre.
Y la semana pasada se procedió a clausurar el Palacio de Hielo de Majadahonda, conocido como ‘La Nevera’, habilitado también como morgue temporal para los fallecidos por el coronavirus COVID-19. Tras el cierre de estas dos estructuras, tan solo sigue en servicio para acoger fallecidos de COVID-19 el edificio del futuro Instituto de Medicina Legal, en Valdebebas, que siguen trabajando en estrecha colaboración con los servicios funerarios madrileños.
Entre los tres han recibido en total y hasta el 14 de abril a 1.785 fallecidos: Palacio de Hielo de Madrid (1.145); Palacio de Hielo de Majadahonda (162); y edificio de Instituto de Medicina Legal (478).
En la puesta en marcha de todas estas infraestructuras se ha tenido en cuenta todos los protocolos relativos al tratamiento de fallecidos por COVID-19, tanto en términos de seguridad sanitaria como aquellos relacionados con la identificación y el trato digno y respetuoso a las víctimas.
Madrid ha destinado 186.000 euros al traslado y atención de fallecidos por coronavirus en la morgue de la Ciudad de la Justicia
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid fue informado la semana pasada de la tramitación de emergencia de tres contratos con un importe global de 186.000 euros, con los que se da cobertura a la atención de víctimas del coronavirus por parte del Cuerpo de Bomberos y del personal asignado en el Instituto de Medicina Legal, en el conocido como «donut» de la Ciudad de la Justicia de Valdebebas, que funciona desde el pasado 30 de marzo como depósito de cadáveres provisional como consecuencia de la alerta sanitaria.
En concreto, la Ejecutivo madrileño ha invertido 132.000 euros en la adaptación de cinco furgones de almacén propiedad del Cuerpo de Bomberos regional. Se trata, en primer lugar, de dos vehículos de gran capacidad con plataforma elevadora para recogida, carga y descarga de varios féretros simultáneamente en residencias de ancianos y hospitales.
También se han adaptado dos furgones como unidades de descontaminación de instalaciones críticas y uno más como unidad de descontaminación de ambulancias, UVI y apoyo a unidades sanitarias.
El segundo de los acuerdos, por un importe de 34.000 euros, supone la tramitación de emergencia de un contrato de suministro e instalación de cuatro carros elevadores mortuorios para dar servicio en el Instituto de Medicina Legal.
Los cuatro carros elevadores mortuorios adquiridos son electro-hidráulicos, de acero inoxidable, y permiten elevar 1,90 metros féretros para ser distribuidos en las cámaras acondicionadas de esta infraestructura que acogen a las víctimas.
Por último, el Consejo de Gobierno fue informado también de la tramitación de emergencia de un contrato de 20.500 euros para la adquisición de 200 sudarios destinados a fallecidos de la pandemia. Este material ha contribuido a garantizar el trato digno a las víctimas, así como aspectos relacionados con la seguridad sanitaria y la identificación de los fallecidos.