El servicio regional de emergencias SUMMA 112 de la Comunidad de Madrid ha alertado de un importante incremento en el número de llamadas por intoxicaciones derivadas del uso inadecuado de productos desinfectantes en casa.
Esto se debe a que los madrileños, que han comenzado a usar estos productos para desinfectar sus domicilios a raíz de la pandemia de coronavirus COVID-19, no están familiarizados con ello, lo que produce gases tóxicos cuando se mezclan de forma indebida.
Como consecuencia de ello, el número de llamadas por intoxicaciones al inhalar gases de este tipo, originadas generalmente por mezclar lejía con otros productos, se multiplicaron por tres el pasado mes de marzo con respecto a enero. Sin embargo, este tipo de llamadas respecto al total aún no representan un elevado porcentaje.
De todas maneras, la lejía es la protagonista de algunas combinaciones con otros productos que pueden llegar a ser muy peligrosas en el ámbito doméstico:
Cloro (lejía) con amoniaco: la combinación más peligrosa y por desgracia, muy frecuente es aquella que combina cloro (lejía) con amoniaco. El cloro (hipoclorito de sodio) está compuesto por electrolitos de sodio que reaccionan velozmente con químicos como el amoniaco. La mezcla con cloro genera reacciones tóxicas como la producción de tricloruro de nitrógeno.
Cloro (lejía) con alcohol: esta combinación causa irritación en los ojos y se absorbe rápidamente a través de la piel causando irritación, resequedad y alergias.
Por separado puedes usar alcohol en gel o cloro pero la reacción que se genera por mezclarlos libera calor, los productos derivados de esta combinación causa irritación en las mucosas. Puede afectar además los pulmones, la piel y los ojos.
Cloro (lejía) con vinagre: produciría gas de cloro y puede causar tos, problemas para respirar, quemaduras y enrojecimiento en los ojos.
¿Cómo desinfectar correctamente?
La lejía doméstica es muy efectiva para la desinfección de superficies donde pueda haber virus, como superficies que se tocan con frecuencia: mesas y sillas, escritorios, mesitas de noche, muebles del dormitorio, mesas de trabajo, etc; pomos de las puertas; superficies del baño y el inodoro y grifos.
Para que la lejía sea eficaz hay que limpiar previamente las superficies con bayetas húmedas, para recoger el polvo. Después limpiar esas mismas superficies con otra bayeta humedecida en una disolución de lejía al 1:50
Para esta disolución 1:50 hay que coger 20 ml de lejía casera, no importa la marca; echarlo dentro de una botella de 1 litro; rellenar la botella con agua del grifo hasta completar; cerrar y darle la vuelta varias veces para mezclar.
Se recomienda mojar una bayeta limpia con esta disolución para desinfectar las superficies, limpiar la bayeta con agua del grifo tras cada uso y vuelva a impregnarla con esta disolución de lejía y usar guantes.
1 comment
que hacemos si nos intoxicamos ,que tratamento se recomande