La Comunidad de Madrid, en colaboración con los ayuntamientos de la región y con representantes del sector hotelero, ha identificado un total de 283 «arcas de noé», instalaciones susceptibles de poder ser utilizadas para una eventual cuarentena de personas asintomáticas, infectadas por COVID‐19, y que no necesitan cuidados asistenciales.
Tal y como se detalla en el informe facilitado por el Ejecutivo autonómico al Gobierno central, del total de instalaciones, 180 se encuentran en la capital y 103 en el resto de municipios de la región. Son 74 hoteleras, 115 apartamentos turísticos, 67 instalaciones deportivas y de usos múltiples o polivalentes y 27 residencias de estudiantes y albergues.
El número de camas se eleva a 11.284, a las que habría que sumar aquellas que pudieran ubicarse en las instalaciones no hoteleras o residenciales que han sido identificadas pero que no disponen de espacio en este momento, según recoge el informe elaborado por la Consejería de Presidencia.
La Comunidad de Madrid ha preparado este documento en respuesta a la petición del Gobierno de España a los presidentes autonómicos para que se elabore una lista con posibles infraestructuras públicas y privadas susceptibles de servir para aislar a los ciudadanos que, habiendo sido infectados por el COVID‐19, no presenten síntomas, pero puedan necesitar realizar ese aislamiento fuera de su domicilio habitual para evitar la propagación de la pandemia.
Se trata de un listado preliminar que identifica a un primer conjunto de establecimientos que han mostrado su interés en la medida a falta de concretar los detalles de la misma por parte del Gobierno de España y las condiciones para los propietarios privados. Se han incluido los hoteles sanitarizados, los alojamientos para profesionales y los hoteles de apoyo a servicios sociales que en este momento ya están siendo utilizados por la propia Comunidad de Madrid.
Infraestructuras hoteleras
La Comunidad de Madrid considera que la mejor solución para eventuales aislamientos temporales es a través de infraestructuras hoteleras, en las que las personas que lo necesiten, y de forma voluntaria, pueden llevar una vida perfectamente independiente y digna al tiempo que se cumple con el objetivo del aislamiento.
En este sentido, sería imprescindible entablar un dialogo con representante del sector hotelero para establecer unas condiciones que permitan a determinados establecimientos abrir sus plazas para alojar a contagiados sin síntomas con el correspondiente mecanismo de contraprestación que el Gobierno de España pudiera arbitrar y financiar. Esta acción proporcionaría, además, una oportunidad al sector hotelero para reincorporarse paulatinamente a su actividad habitual.