El vicepresidente, consejero de Deportes, Transparencia y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha visitado el Instituto Madrileño de Estudios Avanzado (IMDEA) de Nanociencia, donde ha conocido de primera mano el proyecto europeo liderado por la Comunidad de Madrid que pretende desarrollar implantes activos o bypass para que personas con la médula espinal dañada puedan recuperar las funciones perdidas.
Tras visitar las instalaciones del Instituto acompañado por el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Eduardo Sicilia, el vicepresidente ha avanzado el Gobierno regional llevará el próximo otoño a la Asamblea de Madrid una Ley de Universidades que ofrezca “un marco normativo, flexible y adecuado a las necesidades de la ciencia, de las universidades y la innovación”.
La Ley de la Sociedad del Aprendizaje, tal y como será registrada, proporcionará un marco regulatorio a investigadores, a los centros universitarios y a la clase política.
“Los diferentes actores que componen el campo de la Universidad y de la Investigación contarán con una garantía sólida para poner en marcha sus proyectos, para conseguir financiación y para incidir en la vida de millones de personas”, ha apuntado Aguado, destacando que la Consejería del ramo ya se está reuniendo con los agentes sociales para la redacción de la Ley.
Impulsado por la Comunidad de Madrid
En su visita al IMDEA Nanociencia, Aguado se ha interesado por el Programa ByAxon, impulsado por el Gobierno regional, cuyo objetivo es la fabricación de sensores que, a través de materiales mejorados con nanotecnología, sean capaces de detectar el campo magnético producido por la actividad neuronal, con un valor diez mil veces más pequeño que el del campo magnético de la Tierra.
El reto al que se enfrentan los investigadores de IMDEA Nanociencia es lograr que los estímulos enviados por el cerebro puedan atravesar la médula espinal dañada gracias a este bypass fabricado con nanotecnología, que deberá interpretar, traducir y transferir las señales recibidas.
La meta más ambiciosa sería lograr un prototipo de implante que se pudiera utilizar como un bypass para las médulas espinales dañadas. Aunque la iniciativa se encuentra todavía en una fase inicial, en un futuro podría beneficiar a los más de 30.000 lesionados medulares que hay en España.
Este puente activo podría restituir la transmisión de las señales neuronales y, por tanto, recuperar el control y la sensibilidad de las extremidades de los pacientes. El dispositivo constaría de una serie de sensores para detectar las señales neuronales y a la neuroestimulación del sistema nervioso.
Toda una nueva tecnología que podría ser aprovechada para otro tipo de interfaces neuronales como implantes de retina, sistemas de registro de la actividad cerebral para pacientes con epilepsia, aparatos de estimulación cerebral para el tratamiento del Parkinson o, incluso, dispositivos que permitieran controlar ordenadores y robots por vía inalámbrica.
El consorcio ByAxon, coordinado por el IMDEA de Nanociencia, está formado por seis socios de cuatro países europeos (España, Francia, Italia y Alemania) y financiado por el Programa Horizonte 2020 de la UE, que aporta 3,7 millones de euros.
Apuesta por la Nanociencia y la Nanomedicina
Aguado ha felicitado a todos los investigadores que participan en este “proyecto pionero y referente en la Unión Europea” y ha calificado su labor de “disruptiva y útil”, porque, tal y como ha señalado, “va estrechamente ligada al progreso y vincula la ciencia con la innovación”.
Precisamente, el vicepresidente regional ha puesto en valor el trabajo de los siete Institutos Madrileños de Estudios Avanzados a través de los 700 investigadores que desarrollan su labor en ellos y de proyectos que tienen como meta “mejorar la vida de la gente”.
La Comunidad de Madrid tiene por objetivo, a través de la Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación, situarse entre las tres regiones europeas líderes en nanotecnología, una disciplina fundamental para el desarrollo económico.
Entre sus iniciativas, IMDEA Nanociencia cuenta con diez programas de investigación; gracias a este esfuerzo, Madrid está ya entre las regiones más avanzadas en nanociencia y, especialmente, en nanomedicina. Todos ellos son concebidos y llevados a cabo por equipos multidisciplinares, reclutados en convocatorias globales y seleccionados por un Comité Científico Internacional.