La Asociación de Transportistas Autónomos (ATA) ha lamentado en un comunicado «el incumplimiento de los compromisos adquiridos desde el Ayuntamiento de Madrid, en relación con la supuesta moratoria que permitiría que los vehículos de menos de 3.500 kg sin distintivo ambiental pudieran seguir un año más operando dentro de la zona de Madrid Central».
A partir del próximo miércoles, 1 de enero de 2020, no podrán circular por el distrito Centro los vehículos de menos de 3.500 kg sin distintivo ambiental.
Tras la Junta de Gobierno en la que no se aprobó dicha moratoria, «se abre un horizonte sombrío en el que el transporte madrileño se ve abocado a una difícil situación ya que, tal y como hemos señalado reiteradamente, no se dan las condiciones mínimas y necesarias para poder abordar un cambio de estas características».
«Partiendo de la base de la voluntad de asumir objetivos medioambientales, los transportistas denuncian, una vez más que todavía queda mucho camino por recorrer», denuncian.
En este mismo sentido, ATA lamenta que «las subvenciones anunciadas para la renovación de flotas, están por llegar y cuando lleguen no está del todo claro quienes se podrán beneficiar, ya que al ser ayudas municipales sus destinatarios serán aquellos que estén domiciliados en el termino municipal de Madrid y todos sabemos que la mayoría de los transportistas que operan en Madrid tienen su domicilio en la periferia».
Tal como ha denunciado la plataforma Madrid Sostenible, «tras la celebración de la Junta de gobierno del Ayuntamiento, el coste ambiental que generan estos vehículos supone sólo el 1,6 % del total que genera el trafico en la zona centro».
Sin embargo «esta situación afecta al 30% de las furgonetas que reparten en Madrid y que si nadie lo remedia puede tener una repercusión enorme en el abastecimiento y los servicios de la ciudad».
ATA denuncia «la improvisación de la medida por sus graves consecuencias, ya anunciadas en numerosas reuniones al tiempo que lamenta y la insensibilidad de los responsables municipales con un sector fundamental para el mantenimiento de la calidad de vida de los madrileños».
«Un verdadero Plan para la movilidad sostenible no puede consistir sólo en prohibir, siempre debe de llevar en paralelo alternativas asumibles y sostenibles desde el punto de vista medioambiental, social y económico», exponen.