La Comunidad de Madrid ha facilitado ya la movilidad autónoma a 30 personas con discapacidad intelectual por Metro de Madrid mediante un programa de entrenamiento personalizado para el uso de la red del suburbano diseñado por la empresa pública.
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Metro ya está entrenando a otras diez personas que podrán viajar sin asistencia por el suburbano desde el próximo mes de enero.
Esta iniciativa está incluida en la Línea de Apoyo para el Refuerzo de la Autonomía de Metro, un programa integral orientado a facilitar la inclusión de personas con discapacidad intelectual a través del transporte.
El objetivo de este programa es convertir al suburbano en motor de la movilidad inclusiva, facilitando el uso autónomo de la red a personas con discapacidad intelectual, del desarrollo, o con problemas de comprensión y orientación, con medidas específicas de accesibilidad cognitiva.
El programa consta de dos fases. En la primera, se realiza una valoración inicial de las necesidades del beneficiario y las posibles adaptaciones del programa de entrenamiento que lleva cabo personal de Metro.
En esta primera fase se valoran, entre otros aspectos, los conocimientos generales sobre la red de Metro, las capacidades del beneficiario para el uso específico del suburbano y las necesidades específicas a desarrollar o reforzar: mejora de la orientación, mejora de la comprensión o refuerzo de la confianza.
Todos estos datos permiten establecer el recorrido tipo y horarios del entrenamiento, una réplica del trayecto habitual que debe realizar el beneficiario para el desarrollo de su vida autónoma.
De este modo, y ya en una segunda fase, se realiza una formación tanto teórica como práctica en la que se hace una primera sesión de aproximación en el recorrido tipo para evaluar la capacidad de toma de decisiones y solución de imprevistos.
A partir de ese momento, trabajadores de Metro de Madrid acompañan y entrenan al usuario en su recorrido habitual durante un periodo de entre una y tres semanas. Durante este proceso, se estudia y realiza el trayecto con apoyo y se realizan pruebas con los elementos de la estación, desde las máquinas billeteras hasta los torniquetes o interfonos, entre otros.
Tras finalizar esta segunda fase, que tiene una duración final en función de la evolución de los beneficiarios, se hace un seguimiento para conocer los resultados y reforzar cualquier aspecto relacionado con la formación práctica, cuando resulte necesario.
El ejemplo de LARA
La Línea de Apoyo para el Refuerzo de la Autonomía forma parte de las medidas complementarias incluidas en el Plan de Accesibilidad e Inclusión de Metro de Madrid 2016-2020 que, con un presupuesto superior a los 145 millones de euros, permitirá hacer accesibles el 73% de las estaciones.
El impulso de esta línea de trabajo, iniciada por la empresa pública en 2018, llegó a través de Lara, una joven con síndrome de Down que, dos años antes, pidió colaboración a la compañía para aprender a viajar de forma autónoma y desplazarse a su centro de estudios y a su centro de trabajo.
Tras un año de entrenamiento, tanto esta joven como las otras 29 personas que ya han pasado por el programa se han convertido en usuarios habituales de Metro.
Para la empresa, el programa LARA es un ejemplo de la evolución de la acción social a una responsabilidad social integrada en la propia actividad de la compañía: la prestación del servicio público de transporte en la Comunidad de Madrid.
Esta línea de trabajo incluye un plan de formación de empleados de atención directa al viajero para la mejora de la atención a personas con discapacidad intelectual; la primera Guía de uso de Metro de Madrid en lectura fácil, para facilitar el conocimiento y uso de la red de Metro; acciones de formación de carácter lúdico y de ocio inclusivo, como yincanas por la inclusión de personas con discapacidad intelectual; y campañas de sensibilización para dar visibilidad a la discapacidad y normalizar la imagen del colectivo dentro y fuera de la red.
Para ello, la Comunidad de Madrid trabaja de la mano de entidades especializadas como Plena Inclusión Madrid, Down España, Fundación A la Par y Fundación Capacis, con las que Metro tiene acuerdos marco de colaboración.