- La Junta de Gobierno aprueba una inversión de 41,9 millones de euros.
- Está previsto que la construcción comience el 1 de julio de 2020 y tiene un plazo de ejecución de 12 meses.
El Parque Tecnológico de Valdemingómez contará con una nueva planta de tratamiento y compostaje de materia orgánica gracias al contrato aprobado hoy por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid.
Tal y como ha informado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, el texto contempla la redacción del proyecto constructivo, la ejecución de la obra y su explotación durante un periodo de tres años, con posibilidad de prórroga por dos años más.
La inversión ascenderá a 41,9 millones de euros, IVA incluido, y está previsto que la obra comience el 1 de julio de 2020. El desglose de este presupuesto se realizará de la siguiente manera: 272.250 euros para la redacción del proyecto; 31,7 millones de euros para la construcción de la planta, que se ejecutará en doce meses; y 9,9 millones de euros para su explotación durante los tres primeros años.
Con esta nueva infraestructura se garantiza el tratamiento del total de la materia orgánica procedente de la recogida selectiva que comenzó en el municipio de Madrid el 1 de noviembre de 2017.
Este servicio estará implantado, a partir del 1 de diciembre, en todos los distritos de la ciudad con excepción de Centro, al que llegará en 2020.
De esta manera, también se avanzará en el cumplimiento del objetivo comunitario de reciclaje del 50 % de los residuos municipales y se avanzará en el objetivo de reducción del vertido al 35 % previsto en el Plan Estatal de Gestión de Residuos.
La nueva planta de Valdemingómez podrá realizar, mediante un proceso versátil, modular y altamente automatizado, el compostaje de 102.490 toneladas de residuo orgánico al año, con el que se cierra el ciclo de la gestión de la materia orgánica.
La solución tecnológica elegida para la construcción de esta nueva planta garantizará un nivel de calidad del producto obtenido en el reciclaje (compost) suficiente y necesario para facilitar su utilización como enmienda orgánica o fertilizante en suelos.
Con la recuperación por separado de la materia orgánica, también se evita la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero y de malos olores y se mejora la recogida selectiva del resto de los residuos reciclables.
Separación de los residuos orgánicos
Los restos de materia orgánica están formados por desperdicios de fruta, verdura, cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, serrín, papel de cocina y servilletas usadas, así como papel y cartón sucios de aceite o alimentos, además de restos de plantas, hojarasca o flores.
Para reciclar los residuos orgánicos hay que separarlos del resto no reciclable (la basura que se deposita en el contenedor de tapa naranja) y depositarlos en los contenedores grises con tapa marrón que el Ayuntamiento ha instalado en la vía pública y en los cubos del mismo color que tienen las comunidades de vecinos.
En ambos casos, la recogida se realiza todos los días de la semana, incluso festivos, mediante camiones recolectores y compactadores con categoría ambiental ECO, sin mezclar con otra fracción de residuo.