El sindicato CCOO se ha opuesto a tal cierre y denuncia que «no hará más que empeorar la situación de las urgencias en períodos de picos asistenciales».
La Gerencia del Hospital Universitario Ramón y Cajal ha comunicado a los sindicatos el cierre definitivo del total de camas de hospitalización de la Unidad de Otorrino. Ante ello, el sindicato CCOO Sanidad Madrid ha expresado su oposición a la medida a la Dirección del centro y hará extensible su queja a los responsables del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
El sindicato considera que esta decisión “no hará más que empeorar la situación que se vive en las Urgencias del hospital cuando se producen picos asistenciales”. El responsable de CCOO en el hospital, Luis Mancera, exige dar marcha atrás en la medida.
Advierte que queda poco tiempo para que comience la temporada de gripe y que la situación de falta de camas que se vive en el centro suele provocar “crisis asistenciales de importancia, por falta de camas para la población sanitaria más vulnerable como son los ancianos, los niños y los enfermos crónicos”.
A su juicio, al existir menos camas disponibles resulta más difícil la circulación de las camas del Servicio de Urgencias hacia plantas de hospitalización para aliviar períodos con problemas de ocupación. La Gerencia alega que cuando aumente la demanda asistencial ésta será absorbida por otras unidades polivalentes quirúrgicas.
Sin embargo, el responsable de CCOO denuncia que esas camas «no están dotadas de profesionales suficientes por lo que solo sirven para aparcar a los enfermos en lugares menos visibles que los pasillos, pero sin atención sanitaria adecuada, dado la raquítica y escasa dotación de personal desde los recortes de plantillas ejecutados en 2012».
Desde 2008, la plantilla del Hospital Ramón y Cajal ha disminuido en 487 tabajadores y la temporalidad ha crecido en un 50%. Este centro tiene una población asignada de 560.000 habitantes y ha sido uno de los centros del SERMAS que más camas ha cerrado entre junio y septiembre de este año, el 50% de las camas que están operativas durante el año.
El centro dispone de 859 camas funcionales de las 902 que hay instaladas. En 2012, cuando empezaron las políticas de recortes y los intentos de privatización, había 1.118 camas.