Se llaman Amanda y Carolina, y son las creadoras de Sassy Bark, un proyecto centrado en la creación de joyas de autodefensa personal. Así lo han explicado en la plataforma de recaudación de fondos Gofundme, donde han lanzado un crowdfunding destinado a financiar el proyecto.
La idea surgió cuando Amanda, una de las creadoras de la idea, comenzó a sentir miedo al ir al trabajo en bicicleta, ya que debía cruzar la Casa de Campo. Pasar por algunas partes del parque y a ciertas horas puede ser muy conflictivo e inseguro. Esa sensación de inseguridad le hizo explorar posibles soluciones para protegerse pero “no encontró nada de provecho: herramientas ilegales o cosas poco útiles y poco prácticas”, explican en la plataforma.
Ese fue el namicimiento de Sassy Bark, que cambia radicalmente el diseño del spray de defensa, para mantener sus ventajas, eliminando sus inconvenientes. Con la ayuda de este crowdfunding, quieren crear una joya que revoluciona la idea de spray de defensa personal como lo conocemos hasta ahora.
El principal aspecto diferenciador es que, debido a su pequeño tamaño (3 cm, aunque con capacidad más que suficiente para repeler una agresión) irá camuflado en un colgante de última tendencia. El hecho de que el spray vaya colgado del cuello permite que su uso sea más accesible, manejable, eficaz y discreto, aumentando las posibilidades de escape en un momento crítico.
Cuando se sufre una agresión es frecuente quedarse en shock, ponerse nerviosa, por lo que sacar el spray de defensa personal del bolso o mochila, no es tarea fácil. Sin embargo, el llevarlo como una joya, permite que el aerosol pase completamente desapercibido y se confunda con un complemento de moda, permitiendo a las mujeres llevarlo encima y a su alcance en todo momento, sin necesidad de justificarse y estar protegida ante posibles ataques para responder eficazmente en cuestión de segundos.
“En España se denuncia una violación cada cinco horas y media”, explican en la página de Internet. Por ello estas dos jóvenes quieren convertir este proyecto en una realidad gracias a un crowdfunding cuyo objetivo económico es de 20.000 euros, destinados a “la fabricación inicial de 1.000 sprays y dos diseños de joyas; así como afrontar numerosos gastos administrativos, licencias, autorizaciones y permisos inherentes a este tipo de proyectos”.