El único caso confirmado hasta ahora en la Comunidad de Madrid por el brote de listeria, una mujer embarazada en el primer trimestre de gestación, ha abortado según han informado desde la Dirección General de Salud Pública.
La mujer consumió carne de la marca ‘La Mechá’ en un establecimiento de Andalucía. Posteriormente, fue ingresada en un centro privado, donde se le ha mantenido seguimiento constante, certificando tras una analítica la presencia de listeria en su organismo.
Tras varios días ingresada, finalmente se ha producido el aborto. A falta de confirmación de que el nonato también hubiera contraído la listeriosis, se trataría del primer caso de «extrema gravedad» en Madrid.
En estos momentos en la Comunidad de Madrid hay registrados 28 casos relacionados con este brote de la bacetria Listeria. De ellos, hay un caso confirmado (el de la mujer que ha abortado), 16 probables, 7 en sospecha y 4 en estudio, entre ellos dos mujeres embarazadas.
Al parecer, la carne mechada afectada, de la marca ‘La Mechá’ de la firma Magrudis y fabricada en mayo, fue vendida en gran parte en Andalucía, aunque habría llegado en pequeñas cantidades a otras regiones de España como Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.
También se tenía constancia de un envío preparado a Cataluña, aunque al final no se llevó a cabo. Según fuentes sanitarias, no solo estaría afectada la carne mechada, sino que lo estarían todos los productos de dicha marca.
Desde el pasado viernes, 16 de agosto, está activada en toda España la alerta en la red de vigilancia alimentaria, comunicándose a todas las comunicades autónomas la situación, para que el producto afectado fuera localizado y retirado. También se alertó a la red de vigilancia epidemiológica para identificar los posibles casos de personas afectadas por la bacteria.
La listeriosis es una infección debida a la bacteria Listeria monocytogenes. Una zoonosis poco frecuente en humanos, pero extremadamente grave. Tiene poca morbilidad, pero muy alta mortalidad (30%) que en el caso de grupos sensibles se eleva aún más (hasta un 70%).
La contaminación tiene lugar, generalmente, durante el consumo de alimentos que contienen la bacteria responsable de la enfermedad. Entre estos alimentos están la leche cruda, queso elaborado con esta leche, carne cruda o mal cocida, verduras crudas, embutidos, patés, quesos frescos o poco curados (camembert, brie…). La mujer puede transmitir el bacilo al feto durante el embarazo (por medio de la placenta) o en el momento del parto.
La enfermedad afecta principalmente a adultos mayores, personas con sistemas inmunológicos debilitados, mujeres embarazadas y recién nacidos. Rara vez, las personas sin estos factores de riesgo también pueden verse afectadas. Una persona con listeriosis generalmente tiene fiebre y dolores musculares, a menudo precedidos por diarrea u otros síntomas gastrointestinales.
Casi todos los que son diagnosticados con listeriosis tienen infección invasiva (lo que significa que las bacterias se propagan desde sus intestinos a su torrente sanguíneo u otros sitios del cuerpo). La enfermedad puede ocurrir hasta dos meses después de comer alimentos contaminados.
Los síntomas varían con la persona infectada
– Personas de alto riesgo distintas de las mujeres embarazadas: Los síntomas pueden incluir fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, rigidez del cuello, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.
– Mujeres embarazadas: Las mujeres embarazadas suelen experimentar sólo una enfermedad leve, parecida a la gripe. Sin embargo, las infecciones durante el embarazo pueden conducir a aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infección potencialmente mortal del recién nacido.
– Personas previamente sanas: Las personas que antes eran sanas pero estaban expuestas a una dosis muy grande de Listeria pueden desarrollar una enfermedad no invasiva (lo que significa que las bacterias no se han diseminado en su torrente sanguíneo u otros sitios del cuerpo). Los síntomas pueden incluir diarrea y fiebre.
La listeriosis se trata con la asociación de dos antibióticos durante un período de tres semanas, aunque hay que tener en cuenta el alto índice de mortalidad.
Para evitar contraer la infección durante el embarazo, hay que tomar algunas precauciones alimentarias como: evitar consumir las verduras crudas o poco cocidas, preferir los embutidos envasados a los que se venden cortados al momento, volver a cocer los alimentos conservados en el refrigerador, no consumir la envoltura o la parte exterior de los quesos de pasta blanda, hervir la leche cruda o pasteurizada antes de consumirla y no fiarse de los productos artesanales.
Por otro lado, es aconsejable lavarse las manos después de haber manipulado los alimentos crudos y limpiar y desinfectar regularmente el refrigerador.