La Comunidad de Madrid ha dado inicio a la cuarta edición de su programa educativo ‘Arqueólogos por un día’. El consejero en funciones de Cultura, Turismo y Deportes, Jaime de los Santos, ha presentado hoy esta iniciativa que ha puesto en marcha un año más el Gobierno regional, en colaboración con los ayuntamientos de Alcalá de Henares y Hoyo de Manzanares.
De los Santos ha explicado que ‘Arqueólogos por un día’ pretende dar a conocer el trabajo de los arqueólogos y “la importancia de conservar el patrimonio histórico” entre todos los madrileños, “especialmente los más jóvenes”. Así, el consejero ha afirmado que con esta iniciativa se evidencia la importancia de la educación en “los valores de la cultura y el amor al patrimonio”, algo que, ha dicho, “debemos inculcar desde los primeros años para crear ciudadanos que conozcan y así respeten su valioso patrimonio cultural”.
De este modo, con ‘Arqueólogos por un día’ el Ejecutivo autonómico pretende que los madrileños sientan el patrimonio arqueológico como algo propio, y aprendan así a cuidarlo y disfrutarlo al tiempo que se instruyen sobre la labor arqueológica.
Para esta cuarta edición, se ofertan un total de 3.244 plazas dentro de este programa de aprendizaje intergeneracional destinado a niños, de entre 8 y 14 años de edad, acompañados de adultos que quieran conocer de primera mano las técnicas de actuación en un yacimiento arqueológico.
Esta actividad es gratuita, hasta completar aforo. Para participar en el programa es necesaria la inscripción previa a través de la página web www.comunidad.madrid/cultura/patrimonio-cultural.
Técnicas arqueológicas
La actividad tendrá lugar en la ciudad romana de Complutum, en Alcalá de Henares, entre los meses de julio a septiembre, y en el yacimiento arqueológico de La Cabilda, en Hoyo de Manzanares, durante los fines de semana del 7 de septiembre al 6 de octubre.
Para todos aquellos que se decidan a participar ‘Arqueólogos por un día’, la actividad se inicia, en el caso de Alcalá de Henares, con una visita de media hora al yacimiento romano de Complutum, así como a la Casa de los Grifos seguida de una explicación detallada del proceso de excavación de los restos arqueológicos.
A continuación, los participantes se trasladan a una excavación creada al efecto, y después se trabaja con el sedimento extraído, unos restos que se etiquetan, se documentan, se fotografían y se dibujan.
A lo largo del taller, los ‘arqueólogos por un día’ conocerán las tareas y las técnicas arqueológicas, las herramientas que se emplean y cómo trabajan los distintos equipos multidisciplinares en una excavación.
Los participantes finalizan su aprendizaje procesando los materiales y restos extraídos, datándolos y clasificándolos, identificando los restos vegetales y de fauna. Además, se simula el proceso de restauración de cerámicas, preparando las muestras para su análisis en laboratorio y, finalmente, se realiza una interpretación del yacimiento.
Complutum: La ciudad romana
Ubicada en la fértil vega del río Henares, Complutum, origen de la actual Alcalá de Henares, fue una de las principales ciudades romanas del interior de España. Con cerca de 50 hectáreas de extensión, el foro ocupaba el centro, siguiendo la ordenación tradicional de las ciudades romanas. Alrededor del foro, que era el corazón de Complutum, se ubicaban los edificios con funciones administrativas, judiciales, comerciales y religiosas.
La Casa de los Grifos, una de las edificaciones más destacadas de la ciudad, se destruyó como consecuencia de un incendio hacia el año 215 d.C. En su interior se han conservado casi la totalidad de las pinturas decorativas, en las que aparecen representaciones arquitectónicas, cacerías, divinidades y seres mitológicos, como la pareja de grifos que dan nombre a la vivienda.
El yacimiento arqueológico de La Cabilda
Este yacimiento está situado en el área recreativa del mismo nombre, en un espacio natural junto al núcleo urbano de Hoyo de Manzanares, que dista 37 kilómetros de Madrid y que forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Se trata de un yacimiento vivo, que se excava cada año y del que los arqueólogos, con la colaboración de los voluntarios, sacan a la luz en cada campaña nuevos datos que ayudan a entender mejor cómo sería la vida en esta aldea visigoda datada en el siglo VII d.C. Las estructuras que se encuentran en el yacimiento se construyeron utilizando materiales de la zona: el granito de las canteras circundantes, las vigas de madera de encina y las cubiertas vegetales o de tejas, con decoraciones realizadas a peine que permiten fechar el yacimiento.