- Está declarado Bien de Interés Cultural y se está rehabilitando en varias fases. La obra ha contado con una inversión de 549.734 euros perteneciente a las Inversiones Financieramente Sostenibles.
- Es un cerramiento histórico con una longitud de 330 metros que se ha restaurado y reconstruido utilizando técnicas y materiales tradicionales.
- El tramo se encuentra situado entre las calles Doctor Blanco Nájera y Villavieja, en el distrito de Latina.
El área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad ha finalizado la primera fase de rehabilitación del muro histórico de la Casa de Campo en la zona conocida como el Renegado, en el tramo más próximo al paseo de Extremadura, concretamente entre las calles Doctor Blanco Nájera y Villavieja, en el distrito de Latina. Con este cerramiento se ha dotado al parque de una valla más segura y acorde con sus características de Bien de Interés Cultural (BIC).
La obra ha servido para poner en valor el trazado del muro histórico así como para detener su deterioro y corregir algunas patologías observadas como grietas, desprendimientos de piezas cerámicas y defectos en los cimientos. Todo ello se ha realizado con técnicas de restauración acordes con el tipo de aparejo, rejuntado, textura y composición originales. Asimismo se han ordenado los distintos accesos a la Casa de Campo en este tramo.
La reconstrucción de muro prevista tiene una longitud de unos 600 metros y se ha dividido en dos fases. La primera, finalizada ahora, se ha centrado en un trayecto de 330 metros y ha contado con un presupuesto de 549.734,51 euros, asignado a la partida de Inversiones Financieramente Sostenibles. La segunda fase será objeto de un nuevo contrato y rehabilitará el espacio comprendido entre las calles Villavieja y Villamanín.
En este primer tramo se han realizado dos actuaciones diferentes. En la parte comprendida entre las calles Doctor Blanco Nájera y Perdiz se ha conservado la construcción del muro y se ha restaurado para corregir la degradación y los defectos que presentaba y eliminar los grafitis que cubrían el muro.
En el tramo que va desde la calle Perdiz hasta la de Villavieja el muro se había perdido debido a varios derribos en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX. En esta zona se ha levantado una nueva tapia utilizando las técnicas constructivas y materiales tradicionales del cerramiento histórico de la Casa de Campo. Antes había una malla metálica que limitaba con zonas urbanizadas y fue vandalizada en numerosas ocasiones para acceder a la Casa de Campo por puntos no deseados.
La construcción del nuevo muro comenzó con una cimentación que evitara el empleo de hormigón armado. Se procedió al relleno de la excavación con el mortero denominado “cal y canto”, que consiste en una mezcla de cal hidráulica y arena de río lavada vertida sobre una cama de canto rodado y piezas de distinto formato de mampostería caliza, de pedernal o sílex.
Para la construcción del alzado del muro se ha utilizado el tradicional ‘aparejo toledano’ que intercala hiladas de ladrillo de tejar con fajas de piedra de sílex, unidos con mortero de cal. Los ladrillos se han fabricado con una composición de las arcillas según los modelos de piezas consideradas históricas que se han conservado hasta la actualidad, elaboradas en horno tradicional.
El empleo de estos materiales tradicionales en la cimentación y el muro ha garantizado una mayor resistencia y durabilidad del conjunto. También se ha aplicado una pintura decapante para la eliminación de los grafitis existentes y un tratamiento antipintadas.
Asimismo se han instalado dos paneles explicativos, uno muestra la importancia histórica del cerramiento y el otro los procesos de restauración y construcción realizados. De esta manera, la ciudadanía podrá conocer, interpretar y valorar el patrimonio de la ciudad de Madrid.
Esta rehabilitación se suma a la realizada en 2017 en el muro histórico del vivero de la Casa de Campo en el tramo comprendido entre la M-30 y la puerta de las Moreras que sirvió para corregir la inclinación que sufría y evitar un posible derrumbamiento. Asimismo, a principios de julio comenzará la obra de recuperación histórica y arquitectónica de las rejas y tajamares de los arroyos Antequina y del Portugués, pertenecientes también al muro histórico.