- El sindicato manifiesta su rotundo rechazo a la medida acordada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid destinada al fomento del empleo entre las personas jóvenes, denominada “Mi primer empleo”.
- Esta iniciativa, que se comunicó pero no se ha negociado en su contenido con los agentes sociales, «no favorece el empleo de los jóvenes», denuncia el sindicato.
- «Su único objetivo es abaratar el coste salarial de su contratación y no fomentará un empleo de calidad. Incluso podrá tener efectos negativos», inciden.
Desde el sindicato CCOO se ha mostrado el «rotundo rechazo» al programa “Mi primer empleo”, del que piden su suspensión, una medida anunciada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid con el propósito de fomentar la contratación temporal de los jóvenes madrileños inscritos en la Garantía Juvenil, mediante una subvención destinada a las empresas que contraten a estos jóvenes durante seis meses, y que supone 1.000 euros mensuales.
De estas subvenciones podrán beneficiarse quienes contraten trabajadores jóvenes parados que no hayan tenido un empleo anterior o que hayan estado en desempleo más de 180 días en el último año.
Desde CCOO han criticado “de manera clara y contundente” esta iniciativa porque, por un lado, aunque en el acuerdo de Gobierno se menciona la Estrategia para el Empleo, esta medida “no ha contado con la participación real de los agentes firmantes”. Además, advierten de que los principios que inspiraban esta estrategia “eran el apoyo a los colectivos más vulnerables y la promoción del empleo de calidad, objetivos a los que no responde esta medida porque precisamente precariza más el empleo”. Por ello, han exigido la suspensión de esta medida y la reunión urgente de la mesa de seguimiento de la Estrategia para el Empleo.
Para CCOO este programa “normaliza el uso de contratación temporal no justificada”. A su juicio, “se subvenciona la contratación temporal en la modalidad de circunstancias de la producción o de obra y servicio como si estas fuesen una modalidad de contrato para la inserción laboral, cuando el uso de estos contratos debe estar justificado en la necesidad de actividad temporal de la empresa”.
Desde el sindicato insisten en que el programa impulsado por el Ejecutivo de Ángel Garrido “incide en la precarización del colectivo de trabajadores jóvenes, al subvencionar contratación temporal sin exigir después la conversión en indefinida. Si esta se produjese se concedería una subvención adicional, de otros 3.000 euros”.
El objetivo de esta subvención, añaden, “no es más que abaratar hasta la gratuidad la mano de obra joven en las empresas”. “Se incentiva la contratación temporal y precaria y no vincula el uso de estos contratos ni a la estabilidad, ni a la formación, además de favorecer un abandono temprano de los estudios”, insisten.
Según CCOO, con programas como este se “refuerza la idea de que la creación de empleo solo puede lograrse mediante el abaratamiento del factor trabajo y la eliminación de costes salariales. Una idea que está en la base de una cultura laboral que en lugar de apostar por el empleo de calidad se basa en la precarización creciente. Y lanza a los jóvenes una idea: la manera de conseguir un empleo es convertirse en un trabajador barato, a ser posible gratuito”. En definitiva, «inserta» a los jóvenes en el mundo laboral, no por la vía de la formación y la experiencia, sino “facilitándoles una entrada precaria que determinará su vida laboral futura”.
El sindicato denuncia que con medidas como esta “se facilitará que las empresas, ante la posibilidad de tener trabajadores gratis, recluten jóvenes sin formación, fomentando que aquellos con más dificultades en el ámbito escolar o de entornos castigados por el desempleo vean una oportunidad de tener unos ingresos mínimos y durante solo seis meses, pero que puede resultar muy atractivo a un entorno familiar sin ingresos”.
Para la organización sindical madrileña los jóvenes madrileños tienen unos niveles de formación altos y “no tienen, en general, problemas de empleabilidad”. “Es en el mercado de trabajo madrileño donde debemos incidir –continúan-, para que la actividad productiva sea capaz de aprovechar sus capacidades y permitir proyectos de vida futuros”. ‘Mi primer empleo’ es además una actuación “profundamente ideológica, que no responde a las necesidades de los jóvenes ni de los trabajadores, sino de los malos empresarios, aquellos que siguen sustentándose en la competencia por rebaja de las condiciones de trabajo”.