- En cada distrito, entre cuatro y cinco equipos de operarios retirarán los bolsones de los árboles y las procesiones de orugas del suelo.
- El calor, la falta de lluvias y la escasez de productos de tratamiento autorizados han contribuido a la proliferación de este insecto presente en el resto de la Comunidad de Madrid y otras zonas del país.
- El Ayuntamiento cuenta con un banco de pruebas donde experimenta distintos tratamientos contra la procesionaria, todos ecológicos.
El Ayuntamiento de Madrid ha puesto esta semana en marcha un plan de choque para frenar la proliferación de procesionaria que se prolongará hasta el próximo 10 de abril. Este plan, dotado con un millón de euros, se suma a los tratamientos habituales que el Área de Medio Ambiente y Movilidad realiza habitualmente para luchar contra estas orugas.
Entre cuatro y cinco equipos de operarios en cada distrito se están encargando de retirar los bolsones de procesionaria de los árboles y, fundamentalmente, las orugas en el suelo para evitar su enterramiento y frenar así su ciclo de reproducción al evitar que se conviertan en mariposas y pongan huevos. Se actuará en las zonas de pinos y cedros, con especial incidencia en zonas infantiles y estanciales y entornos de centros escolares.
Dado que la ciudad de Madrid se encuentra dentro del ámbito climático de esta plaga, por lo que es sensible de sufrir ataques en espacios con pinos y cedros, la Dirección General de Agua y Zonas Verdes del área de Medio Ambiente y Movilidad lleva a cabo de forma habitual diferentes trabajos para eliminar este lepidóptero.
Dichos trabajos consisten en la destrucción de bolsones de los árboles, cuando son accesibles, y de procesiones de enterramiento de oruga, así como la instalación de trampas sobre los árboles para evitar los enterramientos en el suelo. Además, en verano, también se colocan trampas de feromonas para los machos.
Nuevos tratamientos
La procesionaria ha estado siempre en Madrid y es un problema que más allá de la ciudad, afecta a toda la Comunidad de Madrid y a otras partes del país. Este año, debido al calor y a la falta de lluvias, la salida de los bolsones y bajada de los árboles de la oruga procesionaria se ha adelantado.
También puede haber favorecido la proliferación de procesionaria el hecho de que actualmente hay autorizados menos productos fitosanitarios para combatir este insecto. Además, no se realizan fumigaciones para proteger la salud de los ciudadanos y evitar los efectos negativos para el medio ambiente que pueden tener a veces estos recursos.
Hasta el pasado mes de febrero no había ningún producto fitosanitario autorizado por la legislación nacional. Actualmente hay un producto autorizado que podrá utilizarse el próximo otoño por endoterapia, si es necesario, sin riesgo para el entorno y la salud de la ciudadanía.
En la actualidad, los trabajos que se realizan son fundamentalmente manuales y mecánicos, como la retirada de bolsones de los árboles y procesiones de orugas en el suelo. Pero además de estas actuaciones diarias en los parques de la ciudad, el Ayuntamiento tiene un banco de pruebas en una finca situada en Fuencarral-El Pardo donde está experimentando con varios tipos de trampas, todas ellas ecológicas, para poder implantar estos sistemas en las zonas urbanas de la ciudad.
Recomendaciones
El Ayuntamiento de Madrid recuerda que hay que evitar la manipulación de las orugas e incluso acercarse a ellas, especialmente en el caso de menores, y los animales de compañía, porque son urticantes y pueden producir intoxicaciones.
Si un ciudadano ve procesionaria, además de no entrar en contacto, puede llamar al 010 para que el Ayuntamiento de Madrid actúe sobre la zona, en el caso de que sea de titularidad municipal. Si el parque es privado, contará con sus gestores para que actúen.