- El Real Jardín Botánico dirige el proyecto educativo “La vida oculta del agua de Madrid” cuyo objetivo es analizar y describir los microorganismos presentes en lagos, estanques y fuentes de varios puntos de la Comunidad Autónoma.
- Nueve centros escolares de la Comunidad de Madrid de Educación Secundaria y Bachillerato participan en este proyecto que se desarrolla durante este curso.
El universo microscópico es siempre fascinante. Son incontables las formas de vida animal que pueden estar presentes en una sola gota de agua. Se trata siempre de organismos pluricelulares y, sin embargo, más pequeños que algunos protozoos o que ciertas algas formadas por una sola célula. Seres vivos con variadas y sorprendentes formas y colores que se nos descubren como paisajes maravillosos que invitan a su exploración.
Bajo este prisma nace el proyecto educativo “La vida oculta del agua de Madrid” que, siguiendo los pasos de uno iniciado hace casi una década en La Rioja, persigue realizar un análisis y una descripción de los microorganismos presentes en el agua de algunos lagos, estanques o fuentes de la Comunidad de Madrid. Adentrarse en la fascinante y desconocida vida microscópica que bulle en sus gotas de agua.
El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Real Jardín Botánico (RJB) Jesús Muñoz dirige este proyecto que cuenta con el apoyo del catedrático riojano de Biología y Geología, Antonio Guillén, que tutela un programa similar en Logroño. En “La vida oculta del agua de Madrid” participa cerca de un centenar del alumnado y el profesorado de los centros: IES Cervantes, IES Gómez Moreno, Colegio Nazaret Oporto, Colegio Virgen del Remedio, IES Isabel La Católica, IES Lope de Vega, IES Antonio López García, IES El Pinar e IES Jovellanos.
“Es un proyecto para diagnosticar el estado de salud de algunos ecosistemas de la Comunidad de Madrid. Conocer la calidad del agua que compartimos con muestreos razonables, independientes y aleatorios es uno de los objetivos de este proyecto educativo que persigue, por otra parte, implicar a alumnos y alumnas en la etapa previa a la universitaria en el conocimiento de la biodiversidad y la botánica a través de la investigación. Fomentar la vocación científica”, señala Jesús Muñoz.
Herramientas básicas para la investigación
Durante una jornada-taller celebrada en el Real Jardín Botánico, los estudiantes han adquirido las herramientas básicas para trabajar en el proyecto, en el que también participa un equipo de Kialo Comunicación y Divulgación Innovadora, y unas orientaciones generales para realizar el muestreo, la observación, la documentación y el análisis en los distintos lagos, estanques y fuentes de Madrid.
“Qué respondan a preguntas como, ¿varían los microorganismos del agua a lo largo del año?, ¿afecta la cercanía a una vía por donde circulan automóviles a la variedad de microorganismos del agua?, ¿qué diferencias encontramos en la microbiodiversidad de diferentes vasos?, ¿a qué se debe?, y otras más que se les ocurran es la tarea que tendrán los participantes”, apunta Muñoz.
“Y hacer accesible el conocimiento, compartirlo y difundirlo es el otro objetivo de este proyecto de ciencia ciudadana que, además, pretende unir ciencias y letras, arte e investigación”, añade el catedrático Antonio Guillén, que ha facilitado, tanto al alumnado como al profesorado que participan en el proyecto, las claves necesarias tanto en los objetivos específicos como en la metodología.
Tras el taller realizado en el Jardín Botánico, los centros escolares han comenzado las jornadas de campo y análisis que se llevarán a cabo los próximos meses para, seguidamente, analizar y documentar los microorganismos encontrados. Finalizando el curso escolar, en un pequeño congreso que también se llevará a cabo en el RJB, se presentarán los resultados de las investigaciones realizadas.
Los investigadores y técnicos que participan en el proyecto asesorarán en todo momento a los centros escolares, primero en las jornadas de campo, y después en la preparación de la divulgación de los resultados. Para el seguimiento del proyecto se solicitarán actualizaciones periódicas a cada centro y también se atenderán sus consultas, dudas y preguntas.
Finalmente, se realizará una evaluación de la actividad para reflejar datos de participación, dificultades, oportunidades del proyecto, opiniones de los participantes y, ante todo, análisis de la consecución de los objetivos. También se efectuará una exposición con las imágenes obtenidas en los muestreos.