- El punto es parte de un acuerdo más amplio entre el festival y el Área de Políticas de Género y Diversidad para luchar contra la violencia sexual en los eventos de ocio.
- El acuerdo incluyó, además, la formación especializada del personal de seguridad, una sala de atención para posibles víctimas, Policía Municipal formada en la zona y un protocolo común de actuación ante agresiones, así como la difusión en pantallas del clip de sensibilización de la campaña ‘Madrid libre de violencias machistas’.
- El punto registró una afluencia masiva de personas y no hubo incidencias de violencia sexual durante los tres días de evento.
El punto violeta instalado por el Área de Género y Diversidad en el Festival Mad Cool ha servido «para sensibilizar a las miles de personas asistentes al evento musical de que la violencia sexual no tiene cabida en los espacios de ocio, que todos y todas podemos hacer algo para acabar con ella, que son los agresores los que deben sentir vergüenza, que las mujeres tienen derecho a divertirse sin sentir miedo y que no están solas».
El punto estuvo en funcionamiento de cinco de la tarde a dos de la madrugada y fue atendido por al menos seis voluntarias por turno, formadas para acompañar e informar en casos de violencia sexual.
En los tres días que duró el evento, el punto tuvo una afluencia masiva, principalmente de mujeres. Se repartieron unas 10.000 tarjetas informativas de bolsillo para saber qué hacer en caso de sufrir o presenciar alguna agresión y no se registraron incidencias de violencia sexual.
El acuerdo firmado entre el Área de Gobierno de Políticas de Género y Diversidad y el festival Mad Cool incluía, además, la formación especializada del personal de seguridad, una sala para la atención de posibles víctimas, la presencia en la zona de la Policía Municipal formada y un protocolo de actuación común, así como la difusión en pantallas del clip de sensibilización de la campaña ‘Madrid libre de violencias machistas’. Se calcula que por el recinto pasaron un total de 240.000 personas.
El acuerdo tiene una vigencia de dos años, prorrogable, y el objetivo es reproducir esta colaboración con todos los festivales que tienen lugar en la ciudad, con la elaboración de un protocolo conjunto en base a la experiencia de este año y con la instalación de puntos violeta de sensibilización, información y acompañamiento en todos ellos.