Un nuevo tercer domingo de mes cientos de personas volvieron a manifestarse por el centro de la capital «en defensa de la sanidad pública y contra los procesos de privatización», dando vida a la 65ª Marea Blanca.
En una marcha que transcurrió entre el Colegio de Médicos y el Ministerio de Sanidad, la plataforma organizadora, la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (MESDAP), puso el foco de su crítica en «las listas de espera de la Comunidad de Madrid y en las constantes derivaciones de pacientes a la sanidad privada».
Mes tras mes desde hace más de cinco años, la Mesa, que está formada por colectivos vecinales, de trabajadores sanitarios y agrupaciones de usuarios, mantiene encendida la llama de la lucha «contra la privatización de nuestro sistema sanitario». Mes tras mes desde hace más de cinco años es capaz de reunir a centenares de madrileños para «alertar de su deterioro», a la par que denuncia «con claridad meridiana a sus responsables».
“Vemos cómo la sanidad pública ha sido descapitalizada pasito a pasito, siempre hacia delante, sin dejar de favorecer entidades privadas, generalmente corporativas, que venían a fagocitarla” indicaron ante el ministerio los portavoces de la MESDAP, antes de citar un caso que estos días está en boca de todos.
La consultora Acountax, del ex consejero de Sanidad Manuel Lamela, «ha sido contratada por la empresa Alerta Ambulancias en un litigio que la compañía mantiene con el actual Gobierno regional. Durante el mandato de Lamela, la empresa ganó casi 17 millones de euros gracias a la consejería que dirigía».
“Personajes como Lamela han pasado como los hunos por nuestras instituciones no siendo otra cosa que elementos perjudiciales para nuestros bienes y sobre todo para nuestra supervivencia vital, porque la rentabilidad del servicio recae sobre la mengua del personal, su trabajo a presión y sobre los pacientes ciudadanos que pagamos todo y sufrimos más”, se quejó la red ciudadana.
«Y mientras se deteriora la sanidad pública, crecen los beneficios de la privada a nuestra costa. Según la mesa, la Comunidad de Madrid arrastraba en enero una lista de espera quirúrgica de 76.678 personas, 2.844 personas más que en diciembre de 2017, mientras que la lista de espera en primera consulta de especialidades era de 381.252 personas, 10.500 pacientes más que en el mes anterior, diciembre. ¿Por qué no van disminuyendo las listas de espera en vez de incrementarse ?”, se pregunta la MESDAP de manera retórica, antes de denunciar que “entre 2011 y 2015, se perdió un 20% de profesionales sanitarios; y han seguido apretando la cuerda hasta agotar fuerzas y recursos propios, y todo porque quieren justificar su objetivo, mercantilizar la salud y después sacar ventaja de ello”.
«Estrechamente unidas a las listas de espera y a la falta de personal de la sanidad pública están las derivaciones de pacientes a la privada, derivaciones que son cada vez más sustanciosa”. La desesperación de las esperas es mayor cuando la especulación se hace tan evidente que vemos cómo nos sangran el erario público”, sostiene la red ciudadana, antes de citar el caso de la Fundación Jiménez Díaz, “que con 736 camas recibió 432 millones de euros de la Comunidad de Madrid en 2014 , mientras el Hospital 12 de Octubre, con 1.400 camas, solo recibió 400 millones de euros”.
“Así cumplen bien con su plan, destruyen lo público para ir fomentando las derivaciones; porque las derivaciones son esa privatización silenciosa que se ha consolidado y que permite a los especuladores vivir muy bien a costa de nuestro patrimonio colectivo (..) Las listas de espera se fomentan y se manipulan para justificar las derivaciones a centros privados, que los ciudadanos aceptan creyéndolos como una solución y sin saber que les engañan, que pueden reclamar y, sobre todo, que cuestan más; pero se puede lograr mutar la tendencia con eficaces políticas y no con interesadas y privilegiadas estrategias del rentismo de políticos y del enriquecimiento de empresarios”, concluye la MESDAP en el comunicado leído al término de la manifestación del domingo.