La denominada «Operación Refresco» ha sido llevada a cabo por la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial de Policía Municipal de Madrid, en colaboración con agentes del Distrito de Usera y la Policía Local de Fuenlabrada.
Una conocida marca de refrescos chinos había denunciado la falsificación y posterior comercialización de uno de sus productos. La intervención policial, fruto de las investigaciones, ha tenido lugar en quince establecimientos comerciales y tres naves que servían de almacenaje.
En los registros se han localizado 100.000 de estos productos listos para su venta. La operación se ha saldado con trece personas imputadas como investigadas por un delito contra la propiedad industrial. La totalidad del género ha sido precintado y puesto a disposición del Juzgado.