La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha presentado esta mañana la exposición dedicada al modisto Manuel Pertegaz, coincidiendo con la celebración de la Mercedes Madrid Fashion Week, que sitúa a Madrid en el mapa de las grandes capitales de la moda. La exposición podrá verse desde mañana, día 9, hasta el próximo 12 de noviembre en la Sala Canal de Isabel II.
Esta muestra se enmarca en el programa que inició la Comunidad de Madrid en 2016 «para subrayar la importancia de la moda como una de las industrias culturales más importantes de nuestro país y recordar también a quienes contribuyeron a engrandecerla». Esta exposición en concreto quiere ser un homenaje a uno de los grandes creadores españoles que dejaron una profunda huella en la historia de la moda.
Un recorrido por la trayectoria de Manuel Pertegaz
Esta muestra, en la que tanto la entrada como las actividades paralelas son gratuitas, realiza un recorrido por toda su trayectoria, desde los inicios hasta el final de su carrera, incluyendo la llegada del prêt-à-porter de los 70, momento en que versionó con gran habilidad intelectual sus creaciones, de carácter artesanal, para amoldarse a los nuevos aires y a una mujer más globalizada.
La exposición incluye una amplia selección de piezas, distribuidas en cada una de las plantas de la sala, tienen la intención de ofrecer al visitante un mayor conocimiento del estilo y de la obra del modisto.
La mayor parte de los trajes mostrados en la exposición proceden del Studio Pertegaz, colaborador indispensable para el desarrollo de este proyecto. Y, además, se han incluido otras piezas propiedad del Museo del Traje y del Centro de Documentación de Tarrasa, así como de colecciones privadas.
Sobre Manuel Pertegaz
Pertegaz (Teruel, 1918 – Barcelona, 2014) fue un diseñador de vocación temprana, aclamado en todo el mundo por su buena factura y la sofisticación de su aguja, siendo uno de los primeros españoles en hacer una entrada triunfal en el mercado americano. No solo vistió a las grandes damas de la época con sus diseños, sino que, además, con ello engalanó la historia, la política y la vida de la alta sociedad durante cuatro décadas.
El modisto -que rechazó París, la casa Dior, por una apuesta propia- siendo fiel a su estilo delicado, armonioso y elegante, se encumbró como uno de los grandes junto a figuras como Balenciaga, dejando un gran legado de piezas realizadas artesanalmente que piensan el pasado pero adelantan volúmenes actuales.
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