Entre el 1 de enero y el 31 de mayo la Comunidad de Madrid ha realizado un total de 6.365 inspecciones a vehículos de transporte de viajeros de hasta 9 plazas, arrojando un saldo de 1.455 vehículos denunciados y registrando un incremento de un 793% en el número de sanciones con respecto al mismo periodo de 2016. Desde primeros de año se han iniciado un total de 862 expedientes sancionadores.
Esto ha supuesto un incremento de casi un 200% en el número de inspecciones realizadas con respecto al mismo período de 2016, en el que se controlaron 2.147 vehículos. El objetivo de estas inspecciones es, en primer lugar, velar por la seguridad de los vehículos que prestan servicio de transporte y luchar contra el intrusismo y la competencia desleal en el sector del taxi y en los vehículos VTC.
El incumplimiento de la normativa vigente acarrea una sanción cuya cuantía oscila entre los 100 y los 400€ para las sanciones leves, entre 401 y 1.000€ las sanciones graves y entre 1.001 y 6.000€ las infracciones muy graves. A ellas hay que añadir la inmovilización inmediata del vehículo en caso de no disponer de la pertinente autorización.