El sindicato denuncia la «confusión e inseguridad jurídica» del alumnado de 2º de Bachillerato que haya repetido curso, consecuencia «de la implantación de la LOMCE y de la forma de llevarla a cabo» por la Consejería en la Comunidad de Madrid.
CCOO denuncia que, desde el inicio del presente curso escolar, «la confusión creada al alumnado de 2º de Bachillerato que comenzó sus enseñanzas en la etapa conforme al plan LOE, esto es, que haya repetido un curso, ha sido total como consecuencia de la falta del establecimiento de medidas que permitan poder finalizar los estudios conforme al plan con el que se comenzaron dentro, al menos, de los límites que la Ley reconoce para que puedan completarse que, en el caso del Bachillerato, son cuatro años».
Desde que el 29 de agosto de 2016 se publicase la orden 2582/2016 que regula la organización, el funcionamiento y la evaluación del Bachillerato en la comunidad, en la que se disponía que para obtener en este curso el título había que reunir los requisitos que prescribe la LOMCE con carácter retroactivo, un aluvión de situaciones controvertidas en los centros propiciaron las consecuentes consultas a la Dirección General competente, a las que se fueron dando respuestas hasta publicarse las instrucciones de 21 de octubre de 2016 que permitían finalizar la etapa conforme al plan LOE.
Después, el Real Decreto Ley 5/2016, publicado en diciembre, estableció la no obligatoriedad de tener que realizar la evaluación final de Bachillerato para el acceso a la universidad para el alumnado proveniente de la LOE. Todos estos vaivenes han traído consigo que el alumnado cambiase de plan y de materias según la norma o la instrucción buscando verse lo menos perjudicado.
CCOO pone de manifiesto «el absoluto desprecio por el alumnado de 2º de Bachillerato, que ha modificado su matrícula de uno a otro plan conforme la norma o la instrucción que se hubiera difundido en el momento, así como la incertidumbre creada de los centros que no han podido orientar a su alumnado, con la consiguiente angustia generada en alumnado, docentes y familias».
El sindicato denuncia que, como consecuencia de los cambios de matrícula, «muchos alumnos se encuentran matriculados de materias de las cuales no reciben clase, pues es imposible cuadrar los horarios sobre la marcha con dos planes de estudios distintos. Por no hablar de quienes han decidido pasar al plan LOMCE y tendrán que examinarse de materias como pendientes que realmente nunca han cursado, y de las que, en muchos casos, tampoco reciben clases».
«La recientemente publicada Orden 47/2017 añade confusión e injusticia a lo anterior, al contabilizar como nota media para el acceso a la universidad, no la nota de media de Bachillerato tal y como está establecida en la Orden 2582/2016 y hasta en la propia LOMCE, sino como le ha parecido oportuno a la Consejería computando todas las materias cursadas, incluidas las excedentes como consecuencia de posibles cambios de modalidad, a los cuales el alumnado tiene todo el derecho, creando, antijurídicamente, un criterio nuevo al margen de los preestablecidos», argumentan.
CCOO denuncia que «aun en estos días, ya entrado el mes de febrero, se están haciendo modificaciones en las matrículas del Bachillerato, lo cual supondrá que al alumnado afectado le restan menos de tres meses para asimilar los contenidos de un curso como el 2º de Bachillerato».
El sindicato anuncia que, «lamentablemente, la situación creada este curso escolar traerá consecuencias a futuro de alcance todavía incierto, como el hecho de que haya alumnos y alumnas que, por algún error consecuencia de tanta ida y venida no obtenga finalmente el título o que se deba realizar un sinfín de regularizaciones académicas en los próximos meses e incluso años, así como afrontar los consiguientes recursos».
CCOO ha recurrido por la vía contencioso-administrativa la disposición de la referida orden de Bachillerato que obliga a reunir los requisitos LOMCE a todo el alumnado para obtener al término del presente curso escolar el título, que se contradice con instrucciones posteriores, además; así como la orden reguladora de la evaluación final para el acceso a la universidad, solicitándose medidas cautelares «encaminadas a poner cierto orden y seguridad dentro del caos existente».
El sindicato denuncia que las consecuencias de todo lo anterior «las sufren, en primer lugar, el alumnado, que no merecen la inseguridad jurídica y la zozobra personal que están viviendo que en algunos casos alcanza la dimensión de auténticos dramas personales, así como los equipos directivos, departamentos de orientación y profesorado de los IES, que se ven sometidos a un estrés continuo en el intento de atender y orientar al alumnado en medio de este despropósito».
CCOO exige a la Consejería que «atienda las recomendaciones expuestas por nuestra parte en el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid a través nuestros razonamientos y de nuestros votos particulares contra los aspectos injustos y antijurídicos de las citadas normas que el sindicato ha venido presentado desde el pasado verano, así como que rectifique su actitud y tome en consideración todo lo que se ha venido proponiendo y anticipando desde antes del inicio del presente curso, de todo lo cual se ha hecho caso omiso, haciendo gala de una obcecación palmaria según el principio de defendella y no enmendalla».